A raíz de intento de los obispos católicos argentinos de convocar a familiares de víctimas del terrorismo de Estado y a familiares de militares genocidas con el objetivo de promover «un espacio de diálogo» en la semana de la Conferencia Episcopal Argentina, el colectivo de Teología de la Liberación Pichi Meisegeier emitió un comunicado en el que repudian la iniciativa y denuncian que «no hay posibilidad de reconciliación sin arrepentimiento ni justicia».
En el escrito, enviado ayer, los teólogos expresan entre otras cuestiones que «los obispos argentinos nunca han hecho un pedido serio de perdón por haber sido partícipes (no sólo cómplices) de la dictadura genocida. La cúpula eclesiástica legitimó la desaparición de personas, la tortura, los vuelos de la muerte, la apropiación de bebés y todas las prácticas del terrorismo de Estado, a través de lo que Rubén Dri denominó ‘La Teología de la Muerte’, buscando justificar semejantes atrocidades».
Allí agregan también que, según entienden, «la jerarquía católica argentina se ha visto favorecida por la política negacionista del gobierno macrista sobre la cuestión de memoria, verdad y justicia, que busca poner nuevamente como clave de interpretación de nuestra historia reciente la llamada ‘Teoría de los dos demonios’ y ese intento consecuente de desmantelar no sólo las políticas de Estado de los últimos 12 años sobre el tema, sino también deslegitimar los juicios por delitos de lesa humanidad, el número de desaparecidos y la lucha de los distintos organismos de derechos humanos».
«Este ambiente político potencia la necesidad de parte del Episcopado de cerrar definitivamente este tema cuando, salvo el caso de Von Wernich (que sigue ejerciendo como sacerdote), ningún otro miembro del clero ha sido sentado en el banquillo de los acusados», afirman en el mismo sentido.
«Seguimos luchando para que esté preso hasta el último genocida, sean juzgados los responsables civiles y eclesiásticos y sea recuperado el último nieto o nieta apropiado. Sólo así podremos construir verdaderamente una patria liberada», finalizan el escrito.
COMUNICADO DEL COLECTIVO DE TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN “PICHI MEISEGEIER”
Durante esta semana la Conferencia Episcopal Argentina se reúne en su Asamblea Plenaria. Bajo la consigna de trabajar “La reconciliación en el marco de la cultura del encuentro”, los obispos católicos argentinos intentan crear un “espacio de diálogo” convocando a familiares de víctimas del terrorismo de Estado y familiares de militares genocidas.
Indudablemente la jerarquía católica argentina se ha visto favorecida por la política negacionista del gobierno macrista sobre la cuestión de memoria, verdad y justicia, que busca poner nuevamente como clave de interpretación de nuestra historia reciente la llamada “Teoría de los dos demonios” y ese intento consecuente de desmantelar no sólo las políticas de estado de los últimos 12 años sobre el tema, sino también deslegitimar los juicios por delitos de lesa humanidad, el número de desaparecidos y la lucha de los distintos organismos de derechos humanos. Este ambiente político potencia la necesidad de parte del Episcopado de cerrar definitivamente este tema cuando, salvo el caso de Von Wernich (que sigue ejerciendo como sacerdote), ningún otro miembro del clero ha sido sentado en el banquillo de los acusados.
Además, los obispos argentinos nunca han hecho un pedido serio de perdón por haber sido partícipes (no sólo cómplices) de la dictadura genocida. La cúpula eclesiástica legitimó la desaparición de personas, la tortura, los vuelos de la muerte, la apropiación de bebés y todas las prácticas del terrorismo de estado, a través de lo que Rubén Dri denominó “La Teología de la Muerte”, buscando justificar semejantes atrocidades.
Nuestros obispos siguen creyendo que el poder religioso está por encima del poder político, que la iglesia es la reserva moral de la sociedad y que su palabra es rectora de la misma. ¿Quiénes son ellos para iniciar un “proceso de reconciliación” cuando hay juicios en curso con todas las garantías constitucionales? ¿Ellos están por encima de la organización del Estado?¿Qué autoridad moral tienen cuando muchos de ellos tienen relaciones espurias con empresarios, políticos y jueces que les tapan escándalos varios a cambio de distintas prebendas?
NO HAY POSIBILIDAD DE RECONCILIACIÓN SIN ARREPENTIMIENTO NI JUSTICIA. ¿Cómo dialogar con aquellos que están orgullosos del genocidio? ¿Qué tiene que ver esto con la construcción de una sociedad que esté anclada en la verdad y la justicia y no en la mentira y el olvido? Los obispos argentinos vuelven a mostrar que están en las antípodas del Proyecto Revolucionario de Jesús, que nunca se reconcilió ni se sentó en ninguna mesa de diálogo con los que oprimían y mataban a su pueblo.
Repudiamos como Colectivo de Teología de la Liberación “Pichi Meisegeier” esta iniciativa episcopal y seguimos luchando para que esté preso hasta el último genocida, sean juzgados los responsables civiles y eclesiásticos y sea recuperado el último nieto o nieta apropiado. Sólo así podremos construir verdaderamente una patria liberada.