En sintonía con el paro de docentes que se extendió durante toda la última semana, se llevó adelante ayer la masiva Marcha Federal de universitarios de todo el país, bajo la consigna “en defensa de la Universidad pública”. Entre las diversas exigencias, vuelve a plantearse la discusión salarial que, hasta el momento, el Gobierno nacional congeló en el 18% de aumento, cifra descartada por el conjunto de gremios del sector por no equipararse a la escalda inflacionaria.
Entre los bloques convocantes se distinguieron las federaciones Conadu, Conadu Histórica, Fedun y Fagdut (UTN) –que exigen un aumento salarial del 35%–, y también se sumaron a la marcha los docentes de Universidades privadas nucleados en Sadop, los de UDA, Ctera y Ademys (representan a los profesores de colegios preuniversitarios), y los trabajadores del Estado reunidos en ATE.
“Esto se suma como una de tantas actividades en el marco del plan de lucha de Conadu, y hoy reclamamos mejoras salariales, mejores condiciones de trabajo, defensa de la educación pública”, dijo a Contexto Octavio “Tato” Miloni, secretario general del gremio Adulp, bloque de la Universidad Nacional de La Plata alineado con la conducción de Conadu.
El referente platense agregó: “Hoy nos concentramos sectores de todo el país, y con una enorme columna de La Plata, planteándole al Gobierno que debe invertir en educación, que debe atender de una vez el reclamo de los docentes, ya que es justo y necesario que los docentes tengamos un aumento del 35%”.
Además contaron con el apoyo de la comunidad estudiantil que combinó fuerzas desde las representaciones de FULP, FUBA, FUC, e incluso la misma FUA, hoy en manos de Franja Morada, brazo estudiantil del radicalismo aliado al Gobierno.
“Hoy adherimos a la defensa de la educación pública, la ciencia y la tecnología, y en el marco de eso hacemos propio el reclamo salarial docente, que hoy ni siquiera supera el 20%. Nosotros, por otra parte, tenemos un reclamo concreto que es el del boleto educativo gratuito provincial, que tiene afuera a medio millón de estudiantes bonaerenses”, expresó el presidente de la Federación Universitaria de La Plata, Marcel Aguilera, en diálogo con Contexto. La FULP marchó en representación estudiantil en la movilización que inició en la Plaza de los Congresos y luego avanzó hasta el Palacio Pizzurno.
“Hemos estado viendo un importante nivel de participación, lo que muestra un estado de ánimo muy contrario a las políticas que viene desarrollando el Gobierno, diría yo, un enojo frente a esto, y me parece que esto se debe, fundamentalmente, a la cuestión salarial, que va golpeando día a día el bolsillo de los trabajadores”, había ya sentenciado días antes a la marcha el propio referente de Conadu, Carlos De Feo, en relación con el escenario en que se encuentra la discusión con el Gobierno.
“No tenemos ningún aumento ya desde el año pasado, y también hay enojo frente a una falta de respuesta, más allá de los sindicatos y del espacio de la paritaria. Se ve directamente un desprecio hacia la situación del trabajador docente, que es el que sostiene la educación en las Universidades”, había advertido.
Cabe destacar que la mayor parte de las expresiones gremiales habían quedado en segundo plano durante los últimos quince días, tras la conmoción provocada en la opinión pública a causa del beneficio brindado en las condenas a genocidas por crímenes de lesa humanidad.
“El nefasto fallo de la Corte respecto del 2×1 hizo que en las últimas semanas toda la sociedad pusiera su reclamo sectorial en uno general como país, para decir que no queremos genocidas sueltos. De todas maneras, tenemos hoy otra instancia más de lucha que no se disocia de esa lucha también”, explicó Miloni.
“Nosotros apostamos a la movilización popular, ya que el Gobierno tiene congelada la discusión en el 18% y un docente tiene derecho a un salario digno, y debemos defender la educación pública popular”, completó.
En este marco, cabe señalar que la movilización de ayer se dio a un año de la memorable Marcha Federal de 2016, que convocó a decenas de miles de personas a defender la Universidad pública y obligó al Gobierno a rediscutir el presupuesto educativo y los salarios docentes.