Por Florencia Zanello
Los Trabajadores y trabajadoras del Teatro Argentino siguen en asamblea permanente con retención de tareas, pese a la conciliación obligatoria que se envió desde el Ministerio de Trabajo, en reclamo por la falta de respuesta del Ministerio de Cultura y la gobernadora María Eugenia Vidal.
En ATE consideran que es injusto aceptar una conciliación obligatoria con el Estado cuando el mediador es otro Ministerio de la provincia. “El Estado obliga a los trabajadores a abandonar un derecho a huelga, pero ¿quién obliga al Estado a cumplir con esos derechos de los trabajadores que están vulnerados?”, explicó a Contexto Julio Richardi, delegado de ATE y escultor de los talleres de Utilería y Cultura del Teatro Argentino.
El delegado agregó que “no hay una instancia imparcial para definir eso”, como sucede cuando el Ministerio de Trabajo actúa de conciliador entre una empresa y los trabajadores, pero “es una situación totalmente injusta si el mismo empleador es juez y parte, porque está claro que acá el que está en falta es el Estado empleador para sus trabajadores”.
“El Estado obliga a los trabajadores a abandonar un derecho a huelga, pero ¿quién obliga al estado a cumplir con esos derechos de los trabajadores que están vulnerados?”
A principio de año, la gobernadora Vidal anunció un pase a planta permanente general en tres años para septiembre, sin más especificaciones. Los trabajadores y trabajadoras organizados consultaron al Ministerio de Cultura cuál sería el cupo que le correspondería a su área y las condiciones para el pase, pero nunca recibieron una respuesta concreta.
“Nos dijeron que no tenían un instructivo, no sabían qué antigüedad se iba a exigir, ni cómo iba a ser esta especie de escalonamiento en tres años. Básicamente, no podían afirmar nada”, declaró a este medio Richardi.
Además, los trabajadores cuestionan que, con el criterio de la antigüedad, hay muchos compañeros y compañeras que trabajan en talleres de sastrería, maquillaje, escenografía, entre otros, desde hace más de cinco años pero con contratos de locación de obra. Esta condición no les suma años como trabajadores temporarios mensualizados.
“Sería injusto que entrara gente que tiene una antigüedad de tres años como mensualizado y quedara afuera un trabajador mensualizado hace menos tiempo pero con seis años con contrato de locación de obra”, consideró Ricciardi.
“Nos parece un poco sospechoso, porque se entiende que si se va a pasar a planta a los agentes ya tendrían que estar notificándose, haciendo revisaciones médicas, faltando poco más de cuarenta días”, confirmó el delegado de ATE.
La demanda inicial de los trabajadores consistía en el pase a planta permanente del 100% de los precarizados, que la gobernadora prometió evaluar y les pidió tiempo para las revisaciones correspondientes, pero nunca obtuvieron una respuesta. Por eso, tras el anuncio a principio de año, exigen una lista con los trabajadores que el Estado entiende que estarían en condiciones de pasar a planta permanente para poder evaluar si se acercan a los reclamos y qué instancia de negociación podrían desarrollar. Pero la lista no aparece.
Los trabajadores exigen una lista con los trabajadores que el Estado entiende que estarían en condiciones de pasar a planta permanente para poder evaluar si se acercan a los reclamos, pero no tienen respuesta.
“Esto obviamente primero que vulnera su derecho a la estabilidad laboral definida en la Constitución, vulnera su derecho a recibir la misma remuneración por la misma tarea que realiza otro compañero que se encuentra en planta, su derecho a una carrera, a poder presentarse a concurso, a acceder a un cargo”, señaló a Contexto Julio Richardi.
Esta realidad de precarización laboral afecta a más de quinientas familias en toda la provincia, de teatros como el Victorio de Mar del Plata, el teatro de ballet de Bahía Blanca, el teatro de La Comedia de la provincia, como también bibliotecas, archivos históricos, industrias culturales y todas las instituciones que dependen del Ministerio de Cultura provincial.
Si la situación sigue así, corren peligro de ser levantadas las obras producidas por el Teatro Argentino.
