Por Laura Ferrandi
“La candidatura de Florencia Saintout permite poner a la ciudad en sintonía con el proyecto nacional”. Con esa frase, el senador nacional por la provincia de Buenos Aires, Juan Manuel Abal Medina, respaldó la candidatura de la decana de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata y precandidata a Intendente de La Plata por el Frente para la Victoria. En una entrevista con Contexto, luego de presentar su Manual de Ciencia Política en esa unidad académica, repasó la coyuntura política ante las elecciones y remarcó la recuperación de la política como una reivindicación que “ha venido para quedarse”.
¿Qué cambios observás en la vinculación entre política y ciudadanía en los últimos doce años?
Ha cambiado profundamente. Hace diez, doce años, la política se había convertido en mala palabra en la Argentina. Y no fue algo casual, ya que se la había apartado de la vida cotidiana y se la había transformado en una supuesta mera administración de lo existente, lo cual no era otra cosa que decirle que sí a todos los factores del poder. Creo que la política en la Argentina después de la dictadura, salvo en los primeros intentos de Raúl Alfonsín a través de sus iniciativas, rápidamente tuvo un disciplinamiento del mercado. A partir del año 86, la política argentina era casi su propia negación: si no podían administrarse las empresas públicas, se las privatizaba; si no se podía manejar la educación pública, se descentralizaba; si no se podía juzgar a los represores, se los indultaba. Cada política pública era su propia negación. Todo eso estalló en 2001, cuando explotó por su propia incapacidad de resolver lo existente, y se recuperó a partir de Néstor Kirchner. Hoy podemos ver una política activa, fuerte y central.
¿Cómo ves el rol de los partidos políticos en esta recuperación de la política?
Creo que aún tenemos una deuda con los partidos políticos. Aún no se han recuperado de esa crisis de los noventas que estalló en 2001. En todo lo que refiere a lo programático, en lo normativo, en la generación de nuevas identidades. Hay que seguir trabajando para fortalecer los partidos políticos y sus nuevas identidades como plano central.
¿Hacia dónde creés que va el proceso político nacional? ¿El espectro político tiende a una polarización institucional? ¿Cómo analizás el corrimiento y anclaje de la oposición a la centro-derecha?
Yo celebro que por primera vez la derecha pueda presentar una opción orgánica con posibilidades de gobierno en el país. Creo que es algo bueno institucionalmente. Obviamente, yo voy a trabajar todo el día para que pierdan, pero es bueno que exista una opción que exprese ese conjunto de valores presentes en la Argentina desde el año 16, cuando los partidos conservadores y liberales no podían ponerse de acuerdo para formar una fórmula única. Nunca pudieron llegar al poder con los votos, sino que llegaron con golpes de Estado o captando dirigentes del campo popular, como sucedió en los noventa. Creo que, si se constituye un espacio como el Pro que represente esas ideas, es bueno para la democracia. Reitero que nuestra tarea es lograr que no ganen nunca.
Cámpora gana una elección en 1973 bajo el lema “Cámpora al gobierno, Perón al poder”, y más que con la TV, gana con la fuerza de la militancia, que supo ganar la calle. Salvando la distancias y contextos, ¿qué rol considerás que juega la militancia en el armado territorial actual?
Yo veo un rol central de la militancia. Los cambios generados en los últimos diez años han sido geniales, ya que lograron un fuerte traspaso generacional. Hay una fuerza juvenil surgida de una recuperación política que logró que los protagonistas no sean sólo los que están insertos en un lugar desde hace años, sino aquellos que activan y construyen en todos los espacios políticos a diario. Eso se está viendo profundamente en la Argentina. Es un proceso reivindicatorio que ha venido para quedarse, salvo que las cosas vuelvan a hacerse muy mal. Lo que mató en su momento a la militancia no fueron los gobiernos impopulares, sino cuando los gobiernos populares generaron políticas no populares.
“VAMOS HACIA UN ESCENARIO ELECTORAL POLARIZADO ENTRE LA CONTINUIDAD DE ESTE PROYECTO POLÍTICO Y LA ALTERNATIVA QUE EXPRESA CON MÁS CLARIDAD UN CAMBIO PROFUNDO DE RUMBO, EL PRO.”
¿Cómo observás la coyuntura actual con respecto a lo que se viene, con las próximas elecciones como contexto, y ya sin Cristina Fernández de Kirchner en las listas?
Yo creo que vamos hacia un escenario electoral bastante polarizado entre la continuidad de este proyecto político y la alternativa que expresa con más claridad un cambio profundo de rumbo, que es el Pro. Hacia agosto y octubre vamos a ver un escenario en el que quedarán más en claro esas dos propuestas, y creo que eso enriquecerá muchísimo la discusión. Creo que lo más importante de la democracia es que con el voto no sólo se elija una cara, sino que se decida hacia dónde se debe gobernar. Creo que este es un escenario que va a permitir que eso ocurra en la Argentina. Si uno quiere que esto siga adelante o quiere volver a un modelo social por el que ya pasamos en los noventa.
Teniendo en cuenta el “baño de humildad” que pidió la Presidenta, ¿cómo ves la situación hacia adentro del kirchnerismo?
Lo que sugirió la Presidenta remite a algo de un sentido común muy concreto. Si tenemos cinco candidatos a presidentes y diez candidatos a gobernador, estamos hablando de cincuenta listas, lo cual era realmente un disparate. Creo que esto muestra la vitalidad de un proyecto político que tiene tantos candidatos, mientras que hay otros que están buscando reciclar candidatos del pasado. Que haya compañeros que dieran un paso al costado habla muy bien de esa vitalidad de nuestro espacio.
¿Cómo soñás la Argentina de los próximos años?
Yo sueño una Argentina que siga con este rumbo, que siga creciendo y desarrollándose, incorporando más libertades y más derechos. Como actora de un mundo multipolar, que pelea por la formación de una institucionalidad más justa y democrática.
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“Florencia permite poner a la ciudad en sintonía con el proyecto nacional”
En las elecciones primarias (PASO), muchos distritos definirán el rumbo con los candidatos del FpV. Sobre el escenario electoral de La Plata, ¿qué perspectiva tenés?
Creo que la introducción de Florencia (Saintout) desde las elecciones pasadas fue una muestra del cambio profundo que se ha generado desde la militancia, una nueva vinculación con lo político no reducido a lo profesional, electoral y partidario. La militancia y lo político entendido como aquello que está presente en todos lados, lo que se construye en la sociedad. En la ciudad de La Plata, por su historia, su tradición y su impronta, la candidatura de Florencia permite potenciar enormemente esto y poner a la ciudad en sintonía con el proyecto nacional.
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