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Venezuela: Almagro solo vota por el golpe

Tras el contundente triunfo del chavismo en las elecciones para gobernadores realizadas el domingo 15 de octubre, sectores de la oposición, el gobierno de Estados Unidos y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, desconocieron los resultados.

Almagro se ha mostrado como uno de los principales impulsores del golpismo en Venezuela. Promovió una y otra vez ataques contra el Gobierno Bolivariano (al que llama “régimen”) y contra el presidente Nicolás Maduro (al que llama “dictador”).

Era lógico que, desde su papel de agente de los intereses de la Casa Blanca en la región, Almagro desconozca los contundentes resultados que indican que el chavismo ganó diecisiete de las gobernaciones, perdió cinco y disputa el estado de Bolívar, en el que no hay resultados definitivos.

Utilizando el marco institucional de la OEA, mediante un video, Almagro comunicó que no aceptará los resultados, ya que, según su criterio, en las elecciones en Venezuela hubo “irregularidades, incertidumbre y fraude”.

Aseguró que debía “expresar escepticismo y denunciar la falta de garantías que son recurrentes en actos electorales que hacen las dictaduras”, en un nuevo insulto al gobierno democráticamente electo de Venezuela.

“La Secretaría General de la OEA rechaza todos los actos ilegítimos convocados por gobiernos ilegítimos”, aseguró Almagro, que decide arbitrariamente, según su conveniencia, cuál gobierno es legítimo y cuál no, y llama “acto ilegítimo” a la convocatoria a elecciones.

El secretario general de la OEA criticó a las fuerzas de la oposición por participar de la elección del domingo, ya que “no tienen reflejos democráticos”.

Afirmó que “ninguna elección en Venezuela dará garantía a los electores” si no es controlada “especialmente por parte de esta organización”, en referencia a la OEA, y remarcó que “ya no es tiempo de resoluciones ni declaraciones”, en un claro llamado a la agresión contra el país sudamericano.

Por último, aseguró que desde la OEA se buscará “promover y legitimar la aplicación de sanciones contra el régimen venezolano y apoyar a la institucionalidad democrática venezolana que hoy debe funcionar en el exilio”.

En referencia a estas declaraciones y en diálogo con Contexto, Oscar Laborde, legislador argentino del Parlasur, aseguró que “la reacción del secretario general de la OEA demuestra que no tiene ningún interés para que en Venezuela continúe un proceso democrático”.

“Almagro, lejos de mediar y cumplir su rol de secretario general, incita a la violencia, a volver a las calles, y reivindica el gobierno en el exilio”, señaló.

Laborde afirmó que “la idea de constituir un gobierno paralelo, un gobierno en el exilio, es una idea totalmente alocada que tiene el secretario general de la OEA. Hay que recordar que la mayoría de los embajadores no concurrieron a la creación de este gobierno en exilio, que además fue creado dos días antes de las elecciones, lo que muestra su intencionalidad”.

“Esta actitud desnuda el plan de Almagro, que pretende desconocer todo proceso democrático en Venezuela, derrocar a Maduro y provocar la intervención”, concluyó Laborde.

Por su parte, en la misma línea, Lido Iacomini, responsable de Relaciones Internacionales de Carta Abierta, afirmó que “es innegable que la mayoría de los venezolanos votaron en defensa propia. Si bien Venezuela está atravesando serias dificultades económicas, la actitud de la oposición ha sido la de agravar esa situación. Eso es percibido por el pueblo que, en ‘la grieta venezolana’, sabe de qué lado colocarse”.

“Hace pocos días se creó el Tribunal de Justicia en el exilio. Esto fue avalado e impulsado, como era de esperarse, por Almagro. Pero esta farsa no contó con el aval de la mayoría de las delegaciones de la OEA. Muy por el contrario, encontró un rechazo muy grande”, remarcó.

Iaconimi afirmó que “esta actitud de la mayoría de las Cancillerías demuestra que la lectura que hacen es que el gobierno de Maduro ha atravesado los momentos más difíciles y parece entrar en una zona de equilibrio y consolidación. Algo que parece inaceptable para la derecha”.