“Acá ya no se puede vivir más. En este barrio nuevo hace como dos semanas arrancaron los tiroteos con armas grandes. Ya a las seis de la tarde no se puede salir. Tenés que encerrarte en tu casa”, relató María, una de las vecinas del lugar en el corte de la 520.
Según indican los vecinos, las balaceras provienen de El Mercadito, barrio ubicado tras el Mercado Regional de La Plata, pero quienes la propician no viven en esa localidad, sino que la zona parece haberse convertido en lugar de enfrentamientos. Quienes más lo padecen son los frentistas que aún viven en las “casas provisorias” con paredes de durlock –que afirman que “es como estar en la calle”– otorgadas tras la inundación para la reubicación de los vecinos de la vera del arroyo El Gato.
“No tenemos respuestas de la policía. No se puede vivir así. Les mostramos las fotos de los casquillos de las armas de alto calibre que tiraban”, sostuvo Maximiliano, vecino de la zona. “A nadie le importa nada”, agregó, quien detalló que cuando se comunican con el 911 los patrulleros tampoco se acercan al lugar.
Los frentistas de la zona tienen temor de salir de sus casas, por lo que exigen que haya un destacamento policial o una garita que les garantice seguridad. Sin confiar ya en las palabras de comisarios ni en autoridades del municipio de Julio Garro, quieren garantías. “Estamos pidiendo un juez que nos lo garantice por escrito, porque sino nos prometen y queda todo en la nada”, sostuvo María, quien recordó que también juntaron firmas ante la cantidad de picadas de autos y motos que se hacen en el lugar.
El reclamo llegó al delegado Maximiliano Pis Diez, pero, según afirman los vecinos, no brindó ninguna respuesta concreta. “Nos dijo que no juntemos firmas porque Garro cajonea los reclamos”, afirman que señaló el funcionario de Ringuelet. “El intendente se niega a ayudarnos”, agregó María.
“Vos hablás a la delegación y te dicen que no hagamos cortes. Mandamos una carta a Garro a ver si nos podía dar una solución. Nunca nos respondió. Nunca va a responder, porque cuando necesitan un voto vienen a timbrearnos, pero cuando los necesitamos nosotros, no”, coincidió Maximiliano.
“Estamos peleando por nuestros derechos. Necesitamos que haya seguridad, que nos pongan un destacamento o algo que nos garantice seguridad. Hay muchas criaturas, están haciendo una placita y no pueden ni ir a jugar”, sostuvo el frentista de Ringuelet.