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Se profundiza el ajuste del gobierno en las universidades del Conurbano

El ataque a la Universidad pública se vuelve cada vez más palpable y comienza a sentirse en los bolsillos de los trabajadores y trabajadoras de la educación superior. Tanto desde las casas de estudios más tradicionales como desde las contemporáneas universidades “del Conurbano”, el desfinanciamiento se siente en los salarios de cientos de docentes que no son pagados y amenaza la continuidad de clases en el segundo semestre.

El recorte presupuestario está ahogando la currícula de algunas de las universidades más concurridas de la provincia y nación, cuyos docentes avanzan ahora en una medida de fuerza a partir del plebiscito impulsado por el gremio universitario CONADU, que llama a no iniciar las clases del segundo semestre si la situación no se resuelve. “Hay universidades, como la de Río Cuarto, en Córdoba, o la de Quilmes, que ya no pagan los sueldos a tiempo. El panorama es muy, pero muy complicado”, remarcó Carlos De Feo, titular de la corriente sindical.

“Están usando el presupuesto del segundo semestre para cubrir gastos básicos del primer semestre. Por ello, este año no nos pagaron por el curso de ingreso, que tiene una currícula importantísima”, dijo a Contexto Laura Codaro, docente de Lengua en el ingreso a la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ), de Florencia Varela, donde asisten alrededor de 10 mil estudiantes. “El gobierno no destinó el presupuesto, no cobramos y no se sabe si vamos siquiera a cobrar. Se adeudan sueldos del año pasado por seminarios que se dictan, hay a quienes se les deben hasta tres meses de salario de 2017”, agregó Codaro.

Cabe destacar que la UNAJ forma parte de la denuncia que ya encabeza la UTN “por adeudar 200 millones de pesos y 4 mil millones a todo el sistema universitario”. El recorte anunciado por el gobierno era de tres mil millones de pesos en el presupuesto del sector, número mucho menor al que denuncian las universidades. Lo grave de la situación es que alrededor del 90% del presupuesto de las universidades es salario, por lo que el ajuste afecta el funcionamiento, becas estudiantiles, comedores, programas especiales.

La situación se replica en otras universidades de territorio bonaerense, como es el caso de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), donde el ajuste presupuestario ha generado que se precarice el trabajo de los docentes, que ahora deben duplicar la carga horaria y de contenido por el mismo salario. “Vemos la situación con mucha preocupación. Los docentes tenemos la paritaria congelada, sólo ha subido por la activación de la cláusula gatillo del año pasado”, dijo a Contexto Santiago Albarracín, docente de la UNDAV, quien aseguró que no pueden cubrir la cantidad de materias estipuladas para las carreras creadas durante 2014 y 2015. “Las nuevas materias no vienen acompañadas de partidas presupuestarias acorde. Entonces, debemos abrir más comisiones, más carga horaria, pero con la misma planta de docentes”, agregó.

El conflicto va de la mano con la serie de aseveraciones lanzadas desde el oficialismo en detrimento de las llamadas “universidades del Conurbano”, en varias ocasiones denostadas por María Eugenia Vidal o el propio Macri, al apuntarlas como un “gasto” de los fondos públicos.

En tanto, Codaro expresó: “Esto no es un voluntariado. Los docentes debemos trasladarnos muchas veces desde otras ciudades para llegar a dar clases a Varela o a José C. Paz. Desde el gobierno no hay respuestas y no podemos garantizar que las clases inicien normalmente, porque esto no puede depender solamente del compromiso y buena fe del docente, es una situación grave”.

Por otro lado, la UTN volvió a reclamar por los desembolsos previstos en la “Ley de Presupuesto N° 27.431 y dar continuidad al Plan de Infraestructura Universitaria a los efectos de completar y dar inicio a las obras necesarias para el funcionamiento de las Casas de Estudio”.


 

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