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Democratizar la palabra

Por  Lisa Solomin

En medio de la imponente belleza de los Valles Calchaquíes de la provincia de Salta, rodeada de un paisaje de cerros multicolores, crece hacia el éter una gran antena junto a una construcción de ladrillo y cemento: es el centro comunitario de Cieneguilla, en el Valle del río Luracatao, donde transmite la Radio 89.3 FM Libertad “La Voz de la CUM, Una radio con identidad”. Desde el 21 de noviembre del año pasado, esa antena sumó otras voces que durante muchos años habían estado silenciadas.

“Acá late la esencia de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual”, dijo Martín Sabatella, el titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) frente a una multitud de personas que, emocionadas, festejaban la inauguración de la radio de la Organización Intercomunitaria CUM (Comunidad Unidas de Molinos) ubicada en el Paraje de Cieneguilla, departamento de Molinos, Salta.

A pesar de las trabas que los grupos mediáticos dominantes, con la complicidad de una parte de la justicia, imponen para evitar la implementación total de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA) promulgada en 2009, lo que se ha podido hacer en estos años avanza sin pausa aunque con poca difusión. Conocida como “ley de medios”, la norma es mucho más que la pelea con los monopolios y tiene otro aspecto fundamental en su concepción: generar la posibilidad de dar voz a los que no la tienen, de ejercer nada menos que el derecho a la comunicación.

“Para democratizar la palabra se necesitan dos cosas: por un lado, generar herramientas de comunicación para que los habitantes de nuestra patria puedan contar su historia sin intermediarios, y por el otro, enfrentar la tendencia de concentración monopólica, porque si el Estado deja que los propietarios acaparen señales y medios, una radio como la 89.3 FM Libertad no podría existir. Acá late la esencia de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual”, remarcó aquel día de emoción y fiesta el titular del Ascfa.

La radio recibió la licencia en 2012 y también uno de los Fondos de Fomento Concursable (FOMECA), que otorga (AFSCA)  por $120 mil, lo que les permitió  comprar el equipamiento e instalar la torre y la antena de transmisión.

La emisora nació del trabajo comunitario que desarrollan desde el año 2006 cerca de 350 familias, de 16 comunidades campesinas de origen diaguita de los valles calchaquíes organizados en la CUM. Entre otras reivindicaciones y tareas que se dieron en la organización, la radio fue concebida como una herramienta para comunicar y acortar las distancias entre los habitantes de los parajes y también con la intención de recuperar su cultura y sus tradiciones. “Las nuevas generaciones no conocen su historia. La radio nos da una voz y nos permite recuperar nuestra identidad”, expresó el locutor Paulino Rueda.

Paulino y Chachin Yapura, son locutores y operadores de la radio. Para llegar a hacer su trabajo, Chachin camina los poco más de trescientos metros, subiendo y bajando cerros y Rueda camina dos horas y media, o pedalea en la bici poco más de una hora para hacer los diez kilómetros que separan la radio de su casa.

Otra de las singularidades de la zona es que carece de energía eléctrica, por lo que los equipos son alimentados por energía solar, gracias a una serie de paneles que aseguran su funcionamiento durante unas 6 horas diarias. De 8 a 11 y de 17 a 21 la radio transmite noticias propias de las comunidades, música y programas que esencialmente difunden y explican los valores y las costumbres diaguitas.

Para conectar a los diferentes poblados que están separados por varios kilómetros entre si utilizan un   sistema de enlaces VHF, que les permite estar comunicados con el estudio central ubicado en Cieneguilla. Para hacerlo crearon la figura del “Corresponsal Comunitario”, un grupo de personas que realizan tanto la tarea de periodista local como de operador, y pueden comunicar las necesidades y las emergencias que se plantean en cada rincón del valle de Luracatao. Los parajes que tienen acceso son Alumbre-Cóndor Huasi, La Sala, Buena Esperanza, La Puerta, Cabrería, Churquío, Patapampa, Cieneguilla, Refugio-Cuchiyaco, La Aguadita, La Laguna, Brealito, El Churcal, Tomuco, Gualfin y Molinos.

El día de la inauguración Chachin subrayó la importancia de tener radio propia: “Los medios de las grandes ciudades nos llenan de noticias de robos, de muertes”, dice. “Cosas que acá no pasan, porque la noticia que tenemos para dar acá es una noticia buena, que cada día estamos más organizados y que tenemos más ganas y más conocimientos para construir nuestro futuro sin depender de nadie”.

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Más frecuencias, más voces

Como consecuencia de la aplicación de la Ley de Servicios Audiovisuales, AFSCA otorgó en la provincia de Salta un total de 10 licencias a pueblos originarios: Comunidad de La Aguada – Las Trancas; Campo Blanco; El Divisadero; Iruya – Las Capillas; Isla de las Cañas- Consejo Kolla Finca Santiago; Nazareno – Org. de Comunidades Aborígenes de Nazareno; Rosario de Lerma – Comunidad Indígena Diaguita Calchaqui; San Antonio de los Cobres – Comunidad Kolla El Desierto; Seclantás; y Cieneguilla, para la instalación de radios de FM. En todo el país suman 46.

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