El cierre del XXIV Foro de São Paulo, que este año se realizó en La Habana (Cuba), contó con la presencia de los presidentes de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, y de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel.
El foro contó con la participación de 625 dirigentes de más de cincuenta países. Durante el cierre, los líderes de la izquierda regional reclamaron la libertad del expresidente de Brasil, Luiz Inácio “Lula” da Silva, quien lleva más de cien días como preso político, brindaron a su apoyo al gobierno de Nicaragua, apoyaron el reclamo argentino por la soberanía de las islas Malvinas y aseguraron que con unidad y organización pronto volverán más procesos populares a la región.
El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, señaló: “No se imaginan cuánta falta nos hacen Fidel, Chávez, Kirchner y Lula. Pero no estamos como antes. Hace cincuenta años estaba sólo Fidel, sólo Cuba. Ahora hay mucha conciencia de los movimientos sociales. Aunque en ocasiones también nos equivocamos. Pero también lo que estamos aprendiendo es lo siguiente: en principio, no se claudica. No se cede el poder del pueblo al imperio norteamericano ni a ningún imperio. No quiero comentar lo que pasó en algunos países, pero donde vuelve la derecha ustedes pueden ver de cerca lo que pasó y cómo está la situación social y económica”.
Evo Morales: «Donde los presidentes son empresarios privados, trabajan para los empresarios privados, para sus empresas y para las de los otros empresarios. Nunca para los pobres. Nunca para la gente abandonada».
Morales remarcó que “el mejor homenaje a Fidel es la unidad de los pueblos de América Latina, no claudicar ni dudar de nuestros principios revolucionarios […] Donde los presidentes son empresarios privados, trabajan para los empresarios privados, para sus empresas y para las de los otros empresarios. Nunca para los pobres. Nunca para la gente abandonada”.
“Hemos dado algunos pasos atrás en algunos países pero, recuerden lo que les digo, pronto vamos a recuperar muchos países en América Latina, especialmente en Suramérica, y nuevamente seguir con nuestro proceso de liberación […] porque el único programa de la derecha es la mentira”, sostuvo el mandatario boliviano.
Por su parte, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, señaló: “Nosotros somos hijos de los obstáculos, hijos de la lucha, hijos de las dificultades […] Hay que ver de dónde venimos. Nuestras fuerzas políticas, nuestros liderazgos, nuestros grandes líderes: Fidel, Chávez, Kirchner, Evo, Lula, Cristina, Correa, vienen de la lucha por la esperanza. Vienen de la lucha contra las dificultades, contra los obstáculos. Así que no le abramos camino a ninguna tesis peregrina que pretenda desmoralizar la lucha de nuestros pueblos. Por duro que sea este año, hoy estamos en mejores condiciones que nunca antes para avanzar en la liberación, en la unión y en la independencia de nuestro continente. Sin lugar a dudas”.
“A nosotros nos han aplicado todas las formas de guerra no convencional. Ahora a Nicaragua le están aplicando el método que nos aplicaron a nosotros en el año 2014, las guarimbas […] hace exactamente un año, Venezuela soportó 120 días continuos de agresión callejera de grupos violentos pagados por la Embajada de Estados Unidos y una campaña mediática mundial que pretendía presentar ‘una Venezuela en caos a las puertas de un guerra civil y un gobierno dictatorial que reprimía a un pueblo que protestaba’. El guión perfecto. Hoy se lo están aplicando a la Nicaragua cristiana, a la Nicaragua sandinista. Todo nuestro apoyo incondicional al comandante presidente Daniel Ortega, a la compañera Rosario Murillo, al Frente Sandinista de Liberación Nacional y al pueblo de Nicaragua que vencerá la violencia, vencerá al terrorismo. Triunfará la paz. Estamos seguros de que vencerá la paz”, aseguró.
Maduro remarcó: “Hemos vivido la belleza y la gloria de estos años. Hemos disfrutado la presencia de gigantes como Fidel, como Chávez, como Kirchner. Vemos con dolor, pero no con resignación, el martirio de Lula y la persecución de la que es víctima. ¿Quién iba a pensar hace unos años atrás que un día la oligarquía se iba a vengar de Lula, lo iba a perseguir y lo iba a esconder en una mazmorra para impedirle el ejercicio de su libertad, sus derechos políticos, porque saben que Lula libre les gana las elecciones presidenciales a la derecha brasilera? Toda nuestra solidaridad con Lula”.
Maduro: «Todo nuestro apoyo incondicional al comandante presidente Daniel Ortega, a la compañera Rosario Murillo, al Frente Sandinista de Liberación Nacional y al pueblo de Nicaragua que vencerá la violencia, vencerá al terrorismo. Triunfará la paz. Estamos seguros de que vencerá la paz».
“La derecha latinoamericana, en sus distintas expresiones, no tiene un proyecto democrático. A pesar de que las viejas dictaduras del siglo XX quedaron atrás, las mismas oligarquías vienen ahora con una fuerza de venganza a cobrarse los proyectos populares con una saña que no se veía. Lo hacen con Lula, con Cristina y con nosotros”, detalló el mandatario venezolano.
Como último orador, el presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel sostuvo que “la ofensiva contra los proceso de cambio en la región aplica métodos de la guerra no convencional, lo que se pone de manifiesto en las acciones contra la Venezuela chavista, la Nicaragua sandinista, el Brasil de Lula y la revolución democrática y popular de Bolivia encabezada por el hermano Evo Morales”. “La izquierda enfrenta el reto de salvar lo conquistado, de detener al neoliberalismo que se nos viene encima para tratar de borrar las conquistas alcanzadas por nuestros pueblos”, sostuvo.
Díaz-Canel remarcó: “Fidel nos recordó que revolución es unidad”, y agregó: “Compañeras y compañeros, el contexto político y social de la región merece la coordinación urgente de todas las fuerzas progresistas, la unidad de los partidos de izquierda para la construcción de una plataforma antihegemónica. La unidad de los partidos de izquierda y los movimientos políticos parece ser hoy la única salida […] es la hora de pasar a la ofensiva consciente y organizada. Tenemos el deber de defender a Nuestra América”.
El presidente de Cuba aseguró: “Necesitamos unidad para fortalecer la convicción de que luchar por Venezuela es luchar por la integración de la región, su soberanía y la independencia de Nuestra América. Unidad para exigir el cese de la injerencia de la OEA en los asuntos internos de los países latinoamericanos. Para condenar las amenazas que desde el exterior también enfrenta el gobierno sandinista y solidarizarnos con el pueblo nicaragüense”.
Luego agregó: “Debemos expresar nuestra solidaridad con el pueblo brasileño que enfrenta el golpe parlamentario-judicial y el desmontaje de las conquistas sociales alcanzadas con los gobiernos del Partido de los Trabajadores. Lula debe ser liberado”.
El mandatario cubano remarcó: “Debemos reclamar la devolución a Argentina de las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur” y la necesidad de “unidad para reclamar el levantamiento del criminal bloqueo impuesto por el gobierno de Estados Unidos contra Cuba”.
Díaz-Canel: «Debemos expresar nuestra solidaridad con el pueblo brasileño que enfrenta el golpe parlamentario-judicial y el desmontaje de las conquistas sociales alcanzadas con los gobiernos del Partido de los Trabajadores. Lula debe ser liberado».
“Pese a todos los esfuerzos del imperialismo, se mantiene la llama de la rebeldía en la Patria Grande de Bolívar y Martí. Este encuentro ha ratificado la permanente presencia del legado de Fidel, Chávez y el Che en nuestras luchas”, aseguró.
Por último, Díaz-Canel sostuvo: “En Cuba no hay ni habrá giros capitalistas, ni concesiones de ningún tipo a los que, de mil modos diferentes, buscan alejarnos de las históricas posiciones internacionalistas de la Revolución […] Jamás habrá espacio para dividir y flaquear. La Cuba revolucionaria y socialista, fidelista y martiana no cederá en sus posiciones antiimperialistas. La Revolución cubana mantendrá en alto sus principios de solidaridad e internacionalismo. Hoy todos somos Fidel y nuestra consigna será patria o muerte. Venceremos. Hasta la victoria siempre”.