Creado en 1949 bajo el gobierno de Juan Domingo Perón, teniendo como primer ministro de su historia a Ramón Carrillo, el Ministerio de Salud fue eliminado ayer por el presidente Mauricio Macri en su ajuste ministerial. Desde su creación, sólo fue suprimido en dos oportunidades: en 1955 y en 1966, bajo dos gobiernos de factos. En la misma línea, dejando al descubierto que para el Ejecutivo la salud pública no es una prioridad, el gobierno nacional avanzó con la transferencia de esta cartera a la órbita de Desarrollo Social a cargo de Carolina Stanley.
De esta forma, el Ministerio conducido por Adolfo Rubinstein se convertirá en una Secretaría, desjerarquizando un área clave, que ya venía golpeada por los embates de Macri. En este marco, los anuncios no traen tranquilidad.
“Si esta propuesta surgiera de un gobierno que pretenda ampliar derechos, articular el sector de Desarrollo Social con el sector de Salud sería una cuestión virtuosa, pero no es este el caso. Este es un gobierno que sólo quiere quitar y achicar derechos, por lo que esta maniobra implica desdibujar el Ministerio de Salud de la Nación en su rol rector de la salud en todo el país y articulador y de financiamiento de un montón de programas que van a quedar sumamente delimitados. En este proyecto de achicar derechos, esta es una mala noticia para la salud pública”, sostuvo el exministro nacional del área Daniel Gollán en diálogo con Contexto.
Cabe destacar que desde que asumió Mauricio Macri, la partida en Salud pasó de un 2,4 a un 1,94% del total de lo presupuestado, ampliándose esta brecha en áreas sensibles si se tiene en cuenta la baja presupuestaria en el plan de vacunas, en el Programa de VIH, en Médicos Comunitarios, en la entrega de medicamentos a través del Remediar, en Salud Sexual y Procreación Responsable, entre otros recortes.
“Todos los programas nacionales ya venían subejecutados, no se enviaban los recursos, no se enviaban los fondos y esto iba llevando a un deterioro. Ahora se corrobora algo que hace tiempo venimos diciendo que iba a suceder: este retiro programado del Ministerio de Salud de la Nación en las acciones de salud de la Argentina, en su rol rector y de apoyo de las provincias”, consideró Gollán.
“Esto estaba en retirada franca, ahora se formaliza mandándolo a un rango de Secretaría, que va a traer aparejado que esto empeore. Ya estaban anunciados recortes del orden de 9 mil millones de pesos para vacunas y medicamentos, 10 mil millones extra para el PAMI y ahora nos enteramos de esta noticia que confirma toda esa tendencia a ir desdibujando el rol del Ministerio de Salud de la Nación en todo el país”, agregó el exministro, quien destacó que ante la ausencia del Ministerio las responsabilidades se trasladarán a las provincias, que hoy “ya no tienen más margen”.
Los profesionales de la salud tampoco se tomaron bien esta decisión. Desde la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA) salieron a criticar la medida y afirmar que el gobierno nacional tiene como objetivo “restringir al mínimo la atención de los más necesitados”.
En diálogo con Contexto, Jorge Yabrowsky, titular de FESPROSA, consideró que la subsunción de Salud a Desarrollo Social “implica poner a la salud pública bajo las políticas asistenciales”, teniendo en cuenta las características de este Ministerio, lo que es “toda una mirada sobre el sistema de salud”.
“Si fuera sólo un cambio de denominación no pasaría nada, pero ese cambio tiene para el Fondo Monetario Internacional (FMI) un compromiso de reducción de Secretarías, direcciones, programas nacionales, presupuestos de los hospitales nacionales dependientes del Ministerio de Salud, como son el Garraham, el Posadas. Entonces, lo que tendremos es menos salud pública, más pobreza, menos atención de salud para los más necesitados y mayor privatización. Este es el resultado”, destacó el gremialista.
Ante este marco alarmante, desde FESPROSA no descartan adelantar la Jornada Nacional de Lucha prevista para el 12 de septiembre junto con las dos CTA y ATE, para repudiar los nuevos despidos en el Hospital Posadas, así como la eliminación del Ministerio.
La Dirección de Sida, acéfala y en crisis
El mismo día que se anunció la eliminación del Ministerio, Sergio Maulen, titular de la Dirección de Sida, Enfermedades de Transmisión Sexual, Hepatitis y Tuberculosis renunció a su cargo, en el medio de una escalada de las enfermedades de transmisión sexual que, según advierten los trabajadores de esta área, se va a acentuar.
“En este contexto de fuerte ajuste y achique del Estado, el gobierno nacional ha enviado un proyecto que implica un fuerte recorte del presupuesto de la Dirección de Sida, ETS, Hepatitis, Tuberculosis y Lepra. En este marco de reducción presupuestaria, de fuerte devaluación y de proceso inflacionario, no está garantizada la continuidad de la respuesta en el acceso a la prevención, al diagnóstico y al tratamiento de las personas asistidas por los Programas que conforman esta Dirección”, sostuvieron en un comunicado, y agregaron que este fue el motivo de la renuncia de Maulen.
“Es por ello que los trabajadores de todos los Programas que forman parte de esta Dirección manifestamos nuestro rechazo a esta política de reducción del Estado que vulnera el derecho a la salud y pone en riesgo la vida de las personas. En este sentido, este equipo quiere expresar su compromiso con la Salud Pública y su convicción de que la degradación del Ministerio de Salud a Secretaría sólo agrava exponencialmente la situación planteada”, concluyen los trabajadores.