Sandra había llegado desde Perú para estudiar medicina en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Corría el mes de febrero de 2007 cuando, en una búsqueda de trabajo, fue citada en el centro de La Plata, en un local de ARBA, el edificio de Rentas provincial. Allí fue violada y asesinada por un grupo de hombres. Ayer este edificio abrió sus puertas como centro de atención contra la violencia de género.
Desde el femicidio de Sandra, el organismo público ubicado en calle 7 se convirtió en un emblema de la ciudad contra la violencia machista, inmortalizando el rostro de la joven. Su madre, Nelida “Nelly” Gamboa, junto con el movimiento de mujeres, luchó desde entonces para exigir justicia por su hija, al tiempo que buscó que el edificio, al reabrir, lleve el nombre de su hija.
“Se logró que se abran estas oficinas, porque era también parte de los sueños de Sandra de querer ayudar a otras mujeres. Desde muy niña fue así. Es parte de su sueño, y la promesa mía fue que nadie la iba a olvidar”, dijo ayer Nelly Gamboa en las puertas del edificio que quedó oficialmente inaugurado, acompañada por organizaciones feministas y sindicales.
Según detalló en dialogo con Contexto, la Casa Sandra Ayala Gamboa (CSAG) contará con psicólogas, abogadas, profesionales de la salud y equipos dedicados a la niñez. “Va a haber gente preparada que puedan atender todas las denuncian que van a hacer en este lugar”, sostuvo.
En esta lucha, Nelly resistió varios intentos de los diferentes gobiernos de reabrir el edificio, como si nada hubiera ocurrido en él, y la indiferencia de los diputados y diputadas de tratar el proyecto para que ese lugar se convierta en la CSAG. Perseverando consiguió finalmente que esto sea un hecho, y allí se brindará atención, contención y acompañamiento a las víctimas de violencia de género.
“Después de tantos años se logró que esta casa llevara el nombre de Sandra Ayala Gamboa y funcione para ayudar a otras mujeres. Para mí es muy importante, porque Sandra ingresó a ese lugar en plena luz del día y ahí quedaron muchos proyectos y muchos sueños de ella, y la verdad es muy importante, porque ahora va a hacerse realidad una parte de lo que ella siempre quiso: ayudar al prójimo, ayudar a otras mujeres”, destacó Nelly, quien pidió “justicia completa” por su hija.
Cabe destacar que a once años sólo hay un condenado, Diego José Cadícamo, a quien se le encontró responsable de ocho casos de violaciones más. Además de sus rastros, el cuerpo de Sandra tenía cuatro ADN más, sin embargo, aún no se sabe a quiénes pertenecen. Por otro lado, la causa que investigaba las complicidades estatales y el encubrimiento de la Departamental Primera de La Plata fue archivada por el fiscal Fernando Cartasegna, hoy retirado.
“La lucha continúa. Necesitamos una Justicia como debe ser y que nos escuchen. Necesitamos que nos escuchen. Que la Justicia nos reciba cuando vamos a hacer una denuncia y que no tengamos que esperar 48 horas para poder actuar”, concluyó Nelly Gamboa.