Por Pablo Pellegrino
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos difundió el jueves el índice de precios al consumidor de agosto, que alcanzó su marca máxima en el año del 3,9%, evidenciando el traspaso de la disparada del dólar en el marco de una corrida cambiaria que el gobierno no logra controlar desde principios de este año.
En términos interanuales, la inflación ya supera el 34,4%, y en los ocho meses que van de este año acumula 24,3%, casi diez puntos por encima de la meta del 15% que había anunciado el equipo económico de Cambiemos en diciembre de 2017.
El rubro Comunicación lidera las subas del mes pasado, con un 12,4%, seguido por Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (6%), Salud (4,1%) y Alimentos y bebidas y Transporte (4%).
El rubro Comunicación lidera las subas del mes pasado, con un 12,4%, seguido por Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (6%), Salud (4,1%) y Alimentos y bebidas y Transporte (4%).
La depreciación de la moneda nacional en torno al 35% durante el mes pasado –con la dolarización de tarifas, combustibles e insumos mediante– rápidamente se trasladó a los precios y registró la mayor suba del año.
El mismo día que el INDEC publicaba el IPC, el mercado cambiario aportó más preocupación, ya que la divisa norteamericana volvió a dispararse casi 4%, superando nuevamente la barrera de los 40 pesos, y la cotización abandonó la breve calma que había mostrado la semana pasada.
Desde el 28 de diciembre de 2017, día que fue señalado por muchos analistas como el comienzo de la crisis económica, el gobierno no da pie con bola en relación con los precios. En aquella jornada, Nicolás Dujovne, Federico Sturzenegger, Luis Caputo y Marcos Peña brindaron una conferencia de prensa en la que modificaron las “metas de inflación” para el período 2018 y la elevaron al 15%. Lo curioso del caso es que sólo 24 horas antes el Senado de la Nación había aprobado el presupuesto para el ejercicio de este año que contemplaba una inflación del 10%.
Entre marzo y abril comenzaron los primeros signos de agotamiento de un modelo que sólo pudo ser sostenido durante dos años con un profundo proceso de endeudamiento, y las mentadas “meta” fueron defendidas a capa y espada por Dujovne. Finalmente, el gobierno reconoció que la cifra se superaría e instalaron un 19% promedio, tomando como válida la evolución del Relevamiento de Expectativas del Mercado que realiza el Banco Central. Finalmente, luego de la firma del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, se supo que el gobierno esperaba cerrar 2018 con un 30% como piso y un 32% como techo.
Como si fuera poco, algunos medios se hicieron eco de las proyecciones de algunas consultoras privadas que esperan un septiembre caliente con una inflación entre el 5 y el 6%.
El día anterior, el instituto que conduce Jorge Todesca difundió también el relevamiento de la Utilización de la Capacidad Instalada de la Industria, que no para de caer: se ubicó en el 60,1%, 1,7 puntos menos que el mes anterior.
La capacidad ociosa de la industria se mantiene en niveles altísimos desde la llegada de Cambiemos al gobierno y únicamente tuvo mejoras en el segundo semestre de 2017, y las cifras sólo son superadas por el año 2002, cuando la Utilización de la Capacidad Instalada tocó el piso de 55%.
Los rubros que mejor registro tuvieron fueron las metálicas básicas (86%), papel y cartón (73,8%) y productos del tabaco (73,1%), mientras que los más perjudicados son la industria automotriz (48%), sustancias y productos químicos (50,8%) y metalmecánica excepto automotores (51,1%). Cabe destacar que el relevamiento que realiza el INDEC en este caso se trata de grandes empresas industriales y la situación es mucho más grave si se analiza el universo pyme.
Casi olvidándose de su rol de presidente de la nación, el mismo jueves Mauricio Macri se refirió a la delicada situación económica de las pymes frente a una tasa de interés del 60% que las ahoga financieramente, y dijo que “eso siempre es por un Estado desequilibrado que se lleva toda la plata que hay y nos somete al flagelo de la inflación, que no hemos podido erradicar porque tenemos que erradicar el problema estructural”.