Dependiente del gobierno nacional, el Posadas es el hospital más grande del país, un emblema y modelo de la salud que está siendo víctima del ajuste del gobierno de Mauricio Macri, que a fuerza de cesanteos ha ido desguazando las principales áreas de este centro de salud. Desde la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA) advierten que estos despidos afectan a sectores muy sensibles, como el área cardiovascular infantil, traumatología, pediatría, cardiorresonancia, obstetricia, psiquiatría, psicología, enfermería, terapia intensiva, entre otras, dejando a los pacientes sin atención y a 1.200 profesionales sin trabajo, trescientos de los cuales corresponden a este año.
“Son parte de esa lista los compañeros de Enfermería del turno noche de áreas de alta complejidad, como ambas Terapias Intensivas, Neonatología, Unidad Coronaria, etcétera, casi todos los activistas que conformaron la lista de oposición a la actual conducción de ATE Posadas y también los dirigentes del Sindicato de Trabajadores de la Salud. Resulta evidente que hay un planificado ataque a las organizaciones gremiales y los compañeros que vienen rechazando las políticas de las autoridades con la intención de crear las condiciones para implementar la llamada Cobertura Universal de Salud (CUS), y para esto necesitan acallar las voces críticas”, detalló el médico y presidente de la FESPROSA, Jorge Yabkowski.
Antonio Barrera (despedido con más de veinte años de antigüedad): «Los pacientes que tenían turno para la cirugía se encuentran con que el cirujano no está, los que tenían para un clínico, ese clínico tampoco está».
Este gremio, con presencia en seiscientos hospitales, convocó a los profesionales de la salud a realizar rondas en cada uno hoy a la mañana en solidaridad con el Posadas y para reiterar el pedido urgente de una reunión con la nueva ministra de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley, al tiempo que exigirán la renuncia en el Posadas del director Pablo Bertoldi Hepburn y del encargado del área de Recursos Humanos, Juan Ignacio Leonardi, y la reincorporación de los despedidos.
El hospital que atiende alrededor de un millón de consultas diarias y que cuenta con 127 especialidades y 500 camas para internación es el de mayor complejidad de la provincia. Con tamaña cantidad de profesionales despedidos, la situación es caótica.
La situación del Hospital Posadas es cada vez más grave. Cada miércoles son más lxs trabajadorxs de la Salud que marchan en protesta por los despidos y la destrucción acelerada de ese importante nosocomio. pic.twitter.com/fysWnZG7x1
— Martín Sabbatella (@Sabbatella) September 12, 2018
“Los pacientes que tenían turno para la cirugía se encuentran con que el cirujano no está, los que tenían para un clínico, ese clínico tampoco está. Se están reprogramando los turnos, pero también hay un contexto de conflicto”, detalló Antonio Barrera, uno de los despedidos con más de veinte años de antigüedad, en diálogo con Contexto. “Despiden a especialistas que sólo están en el Posadas y sólo pueden atender con la tecnología que hay en este hospital”, agregó.
Jorge Yabkowski (presidente de la FESPROSA): «Resulta evidente que hay un planificado ataque a las organizaciones gremiales y los compañeros que vienen rechazando las políticas de las autoridades».
Cabe recordar que el año pasado había iniciado con el desplazamiento de trabajadores profesionales y fundamentalmente enfermeros, a los que en principio se les extendió la jornada laboral de diez a doce horas, un tema que aún sigue en la Justicia y que repercute directamente en el salario de los trabajadores: a Barrera, hoy cesanteado, le recortaron sustancialmente su salario, pasando de cobrar veintidós mil pesos a sólo ocho mil. En el conflicto, el por entonces Ministerio de Salud se mostró prácticamente ausente, y que ahora sea convertido en Secretaría no da muchas esperanzas a los trabajadores del único hospital que depende 100% de Nación.
“Ya no teníamos interlocutor validado cuando era un Ministerio”, destacó el trabajador, quien comparó la actual situación con viejas épocas. “En 2001, antes de que descuenten el 13%, nosotros veníamos con una crisis en la que se iban sacando camas, y de 504 quedaron 237. En una asamblea logramos que se fuera el director, después vino la Federal y nos reprimió. Después mandaron otro director y nombraron a un médico del lugar. Ahí comenzó a normalizarse y empezó a venir bastante bien hasta que empezó esta gestión”, recordó.