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Violencia institucional: un año de espera para que detengan al hombre que la violentaba

“Diez años estuve con violencia de género, pero nunca me animé a denunciarlo por miedo. Me aguantaba todas las cosas, pero cuando me separé y se metió con mi hija tomé la decisión de denunciarlo”, relató “P”, una mujer víctima de violencia machista, en diálogo con Contexto. Desde aquella primera denuncia al arresto del varón violento, pasó un año.

Hasta la detención de “V”, ella sufrió golpes con un destornillador en la espalda, un termo en la cabeza, fisuras de costillas, entre otras agresiones. Pero la policía nunca llegó a tiempo: él siempre se les escapaba. Esta semana volvió a acercarse a la casa de P, pegándole a ella y a su hija, pero gracias al botón antipánico pudieron detenerlo.

P destaca que recién hace unos días que está detenido, pero que todo este tiempo la Justicia desoyó sus pedidos de ayuda, incluso cuando les advirtió que estaba viviendo a solo unos metros de su domicilio, incumpliendo diariamente la perimetral.

“La Fiscalía N° 13 –donde están radicadas las denuncias– nunca hizo nada”, explica ella, que tampoco encontró asistencia concreta en la Comisaría de la Mujer. “Cuando me pegó con el termo no hicieron nada. Fue mi hija a la Comisaría de la Mujer a hacer la denuncia, porque a ella también la agredió. Y cuando llegó le dijeron que no se la podían tomar porque ya estaban cansados de tomar denuncias, porque la Fiscalía Nº 13 no hace nada”, relató. Y agregó que “nunca movió un pelo”, por lo que fue a Asistencia a la Víctima e hizo responsable a esta fiscalía por si le llegaba a pasar algo.

P también se comunicó con la Línea 144, cuando él ingresó rompiendo la reja y la puerta. Si bien reconoce que la atención de la línea es positiva, la policía nuevamente llegó tarde. “Vinieron después de una hora. No lo pudieron agarrar. Él se fue antes y empezó a gritar que era una buchona, que me iba matar. Las chicas de la 144 escuchaban todo lo que él me gritaba. Pero la policía llegó después”, relató ella, que en esa ocasión pudo refugiarse en la casa de un familiar.

“He recorrido todos los juzgados, he ido a diferentes lugares del Estado y no me hacían caso. Les decía que él me iba a matar, porque está obsesionado. Les dije que me iba a matar. Nunca nadie hizo nada”, detalló P.

“He recorrido todos los juzgados, he ido a diferentes lugares del Estado y no me hacían caso. Les dije que me iba a matar. Nunca nadie hizo nada”

Según relató P, en una ocasión V fue detenido por la Fiscalía Nº 15, pero fue liberado dos días después sin haberse notificado de las doce denuncias que ya tenía. “Las denuncias están en la Fiscalía Nº 13, pero ahora está detenido por desobediencia por otras causas en la 17”, explicó ella, quien pide que se unifiquen las causas y que la Justicia actúe de una vez.