Por Pablo Pellegrino
Sindicatos Aeronáuticos Unidos, que nuclea a cinco organizaciones gremiales del sector, anunciaron que el próximo lunes 26 realizarán un paro en Aerolíneas Argentinas y Austral por la “intransigencia y el rechazo al diálogo puestos de manifiesto reiteradamente por los funcionarios de las empresas y el gobierno”.
Los trabajadores denuncian el incumplimiento de la paritaria estipulada para este año, que se firmó en 2017 con cláusula gatillo hasta el 30 de septiembre. Los gremios sostienen que la empresa no actualizó los salarios de acuerdo con la inflación de ese mes, sino hasta agosto. Por otro lado, también advierten que las autoridades se niegan a convocar a la negociación salarial para el 2019 que comenzaría a tratarse recién en enero y sin posibilidad de hacerla retroactiva a septiembre, por lo que en esos cuatro meses los sueldos estarían congelados.
Luis Malvino, titular de la aerolínea de bandera, apuntó contra los sindicatos por considerar como “medida política” el paro convocado para el lunes, y volvió a insistir en el déficit operativo: “Es una empresa que está virtualmente quebrada, y para pagar salarios, mes a mes tenemos que pedir dinero al Estado porque hoy la situación de la compañía no permite que podamos pagar sueldos con nuestros propios recursos”, declaró en una entrevista con Radio Mitre.
El miércoles también se conoció la decisión de la empresa de sancionar con suspensiones a casi cuatrocientos trabajadores por haber participado de asambleas hace poco más de una semana.
se conoció la decisión de la empresa de sancionar con suspensiones a casi cuatrocientos trabajadores por haber participado de asambleas.
“La medida de fuerza no tiene nada que ver con los telegramas que envió la compañía, porque recién están llegando y no sabemos de qué se tratan”, dijo a Contexto el secretario de Prensa y Difusión de la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA), Marcelo Uhrich, y responsabilizó a las autoridades de la empresa y el gobierno por el caos de aquella jornada.
“La coyuntura hizo que, por ejemplo, la gente de tráfico no pudiera volver a los mostradores porque los iban a linchar por culpa de que la empresa no hizo lo que tenía que hacer: hubiera sido distinto si el Ministerio de Trabajo llamaba a las partes para resolver esto”, dijo. Aunque explicó que no sucedió porque “eso obligaba a la empresa a pagar una paritaria que se firmó en 2017 y que está homologada, que dice que tiene validez hasta el 30 de septiembre y a vos te pagaron una cláusula gatillo hasta el mes anterior”.
A la medida de fuerza se plegarán, además de UPSA, la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA).
“Hay una diferencia del 6,5% que en el salario es un disparate”, continuó Uhrich sobre el no cómputo de septiembre en la cláusula gatillo. Y añadió que en la “reunión de cinco minutos que convocó la empresa” se informó que por falta de recursos no negociarán paritarias hasta enero próximo.
“Perfecto, negociemos en enero y la hacemos retroactiva a septiembre, pero no, retroactividad no hay, por lo que tenemos cuatro meses congelados los salarios y podemos perder casi un 25% del poder adquisitivo”, dijo el dirigente sindical.
Sobre las expresiones del titular de Aerolíneas Argentinas, afirmó que “si defender el salario de los trabajadores es una medida política, que Malvino no tenga dudas de que esto lo es”, y consideró que “la crisis de Aerolíneas tiene que ver con la desastrosa política aerocomercial de Dietrich”.
«defender el salario de los trabajadores es una medida política, que Malvino no tenga dudas de que esto lo es. la crisis de Aerolíneas tiene que ver con la desastrosa política aerocomercial de Dietrich”
Consultado por Contexto, el expresidente de la empresa y actual legislador de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mariano Recalde, dijo que con las declaraciones de funcionarios en torno a las aerolíneas nacionales, que incluyen al presidente Mauricio Macri manifestando que con el dinero aportado por el Estado se podrían evitar inundaciones, “buscan allanar el camino hacia la privatización del transporte aéreo”.
“El gobierno quiere fundir Aerolíneas Argentinas para entregarle todo el mercado aerocomercial a las aerolíneas privadas, algunas de ellas vinculadas a su familia y a los funcionarios”, expresó.
Mariano Recalde: “El gobierno quiere fundir Aerolíneas para entregarle el mercado aerocomercial a las privadas, algunas de ellas vinculadas a su familia y a los funcionarios”.
También recordó que “cuando recuperamos la empresa pasamos de tener un déficit del 80% de la facturación a uno del 8%: Aerolíneas estaba en camino a la sustentabilidad e Isela Costantini decidió continuar con ese plan, por eso decidieron apartarla”.
En este sentido, consideró que con los dos cambios que siguieron en la conducción de la empresa “recortaron el presupuesto, empezaron a vender aviones y a despatrimonializar la empresa y habilitaron la entrada de las low cost, que es una bomba de tiempo”.
“Mantener tarifas por debajo de los costos es un camino insostenible, porque instala una competencia salvaje y feroz, y al final todas las aerolíneas terminan perdiendo”, siendo Aerolíneas Argentinas, según Recalde, la “primera en caer”.
Algo similar fue la evaluación que hizo Marcelo Uhrich sobre los inconvenientes de la empresa estatal que “está desmadrada desde que este gobierno la agarró”. “La ruta que le cedió el expresidente Mario Dell Acqua a Iberia, que fue el día que Macri viajó a España a pedirle perdón a los ladrones que nos robaron Aerolíneas y les cedimos la ruta a Barcelona que operaba con niveles de ocupación superior al 90% y que aportaba unos 200 millones de dólares, se podría usar para cubrir nuestro déficit”, sostuvo.
“La crisis de Aerolíneas tiene que ver con la desastrosa política aerocomercial de Dietrich: la primera de ellas fue abrir los cielos para que vengan empresas extranjeras, como el caso específico del holding internacional Latam, que está volando de Santiago de Chile y Lima con aviones que no son matriculados en Argentina, pilotos y personal de a bordo que no es argentino, ingresan a nuestro territorio y se llevan pasajeros a Europa y Estados Unidos”, dijo el dirigente de UPSA.
“Acá hay una gran contradicción del gobierno, que habla de la preocupación por el déficit fiscal, que puso como uno de los hitos la fuga de capitales por el turismo que hacemos los argentinos, que son unos 10.000 millones de dólares, donde el 60% es en pasajes aéreos, es decir, estás habilitando a estas empresas que no tributan en Argentina a que se lleven los pasajeros y los dólares”, concluyó.