Con una radio abierta y diversas actividades artísticas en el que fue edificio de Rentas, donde asesinaron a Sandra Ayala Gamboa, su madre Nelly, junto con el movimiento de mujeres, exigieron justicia y mayores políticas para prevenir la violencia machista.
Sandra había llegado desde Perú para estudiar medicina en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Corría el mes de febrero de 2007 cuando, en una búsqueda de trabajo, fue citada en el centro de La Plata, en un local de ARBA que estaba en obras, donde fue violada y asesinada por un grupo de hombres. Hoy se cumplieron doce años de ese femicidio, del que aún se exige justicia.
Luego de seis años de lucha, marchas y vigilias frente a este edificio que hoy es emblema de lucha feminista en la ciudad, la causa llegó a juicio oral y en noviembre de 2012 el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 5 condenó a prisión perpetua al único acusado, Diego José Cadicamo, a quien se le encontraron ocho casos más de violaciones.
Además de los rastros de Cadicamo, el cuerpo de Sandra tenía cuatro ADN más, sin embargo, aún no se sabe a quiénes pertenecen. Por otro lado, la causa que investiga las complicidades estatales y el encubrimiento de la Departamental Primera de La Plata quedó estancada. En este marco, Nelly Gamboa exige que se avance con la investigación y se haga justicia por la joven estudiante de medicina.
“La causa contra la policía sigue abierta y seguimos en la lucha. La policía de la Primera vino acá y tenía que investigar y no lo hizo. La lucha continúa y no vamos a parar hasta que todos los responsables estén presos”, dijo a Contexto Nelly Gamboa.
Nelly Gamboa: “Nadie me va a devolver a Sandra, pero tampoco quiero que nos sigan matando. Tenemos muchas mujeres que llegan a denunciar. Están encontrando soluciones».
El año pasado, tras once años de lucha, se consiguió abrir la Casa Ayala Gamboa en el mismo edificio donde fue asesinada la joven peruana. Esta oficina dentro del Ministerio de Economía, con un equipo interdisciplinario brinda asistencia a víctimas de violencia de género.
“Es un avance bastante importante esta casa. Es la lucha de todas las mujeres que me acompañaron estos doce años. Hoy podemos decir que la Casa Ayala Gamboa es de todos”, consideró Nelly. “Nadie me va a devolver a Sandra, pero tampoco quiero que nos sigan matando. Tenemos muchas mujeres que llegan a denunciar. Están encontrando soluciones. Sandra, desde donde está, está ayudando a otras mujeres”, agregó.
En este marco, la madre de Sandra exigió políticas eficaces para erradicar la violencia de género. “No queremos ninguna mujer muerta más. Queremos justicia, queremos leyes. Tienen que parar a estos asesinos, no es posible seguir viviendo con esta angustia de que si salimos no vamos a poder volver a casa”, exigió Nelly Gamboa.