Seis años de trabajo necesitó Autopista 61 para editar su primer disco: una síntesis efectiva, aunque poco sorpresiva, de los condimentos que hacen a la composición rocanrolera con tintes bluseros. Es decir, Primer Álbum reúne historias de amores borrachos, noches de descontrol endemoniado, chicas malas y resacas tristes. Todo eso flotando sobre melodías cancioneras que son más o menos nostálgicas cuando toman forma de balada y más o menos agitadoras cuando la rockean o ranchean.
Los nombres propios son los que llevan el álbum a otro nivel. La preproducción a cargo de Andrew Loog Oldham (ex manager y productor de los Rolling Stones) dotó las canciones con el ADN de Jagger & Richards; sólo basta oír los coros para notarlo. Mario Breuer (Charly García, Soda Estéreo y Los Redondos, entre otros), que estuvo a cargo de la mezcla y masterización, logró exprimir al máximo cada una de las piezas obteniendo un sonido pulido al borde del HD. Black Amaya (Pescado Rabioso, Pappo´s Blues), la última incorporación de la banda, completa el tridente. El baterista sostiene el disco con golpes sobrios y ajustados, un trabajo lujoso desde las sombras.
En este marco, “Piel de Judas” y “Adónde vas” se destacan por sus rasgos constitutivos particulares. La primera sobresale por sus riffs industriales marca dos mil que producen saltos de cuerdas que parecen cortarse y van en una sincronía más Stroke que Stone. Y la segunda por su estirpe pop en la melodía tarareable y en ese estribillo adhesivo –radial–, dirigido hacia una chica del pasado.
https://www.youtube.com/watch?v=kwcSaPUnnfA&feature=youtu.be