Por Ramiro García Morete
Mientras para unos pocos es pura espuma –o mucho peor, un posible negocio–, para los muchos que conforman y sostienen la tradición es una celebración inalienable. El carnaval, esa festividad que cada región del mundo asimila de modo distinto, representa por estos lares mucho más que murga, baile y festejo. Se trata de la gente en la calle haciendo de la alegría un canal para expresarse. Será por ello que durante la dictadura cívico-militar estuvo prohibido. O que desde hace tres años el multitudinario festejo organizado por los vecinos de Meridiano V fue trasladado a la República de los Niños con entrada. Ni qué decir de ciertas avanzadas –tan en sintonía con las políticas de clausura– sobre los festejos independientes por parte del Municipio. Como resistencia, este fin de semana más de treinta eventos autogestivos invocarán al Rey Momo en distintos barrios de La Plata, coordinados por la Red Multicultural de Carnavales. La misma incluye la Regional de Murgas de La Plata, Berisso y Ensenada, la Coordinadora de Espacios Culturales, colectivos independientes y más de treinta organizaciones barriales, políticas y culturales. Como broche, el martes confluirán en un gran encuentro en Plaza San Martín.
“Hace tres años que ya venimos conformados como una Red de Carnavales, cuando asumió este gobierno y pretendió establecer un registro de carnavales que pone condiciones ridículas”, cuenta Nicolás Marotta, coordinador del espacio de circo del Juana Azurduy e integrante de la Red. La Municipalidad obligaba a los organizadores a hacerse responsables civil y penalmente de todo lo que pudiera ocurrir, como hechos de violencia o que se venda alcohol a trescientos metros del lugar del festejo. “Y esa es una responsabilidad indelegable del Estado: garantizar la seguridad y que se cumpla la ley en la vía pública”, explica.
Lo entendieron como un modo de cercenamiento y presión, por lo que gran parte de los centros culturales y organizadores decidieron rechazar esa planilla. “Decidimos organizar de forma autogestiva, barrial y popular. Y no necesitamos de ningún registro. Los carnavales que armamos nunca fueron conflictivos. Nuestros carnavales tienen la impronta de la tradición platense, de la poética de la murga, el circo y la comparsa, la familia y el barrio. Y a través de eso podemos expresarnos, como por ejemplo oponernos a esta situación de tarifazos. Porque nuestros carnavales son comprometidos”, agrega Marotta.
“Entendemos que esta celebración mundial y milenaria es en nuestro país un modo de reunir a niñxs y adultxs en un mismo festejo y además es una oportunidad para visibilizar las problemáticas que nos atraviesan a diario, como los despidos, la violencia patriarcal, el ajuste permanente, las reformas y la desfinanciación del Estado, además del hostigamiento y cierre de los espacios culturales”, declaran desde la redes.
“Hace dos fines de semanas en distintas plazas y distintos colectivos murgueros barriales se lleva a cabo”, cuenta Marotta, pero “este es el fin de semana más fuerte. Somos 35 organizaciones barriales y estamos festejando treinta carnavales por fuera del circuito institucional”.
“Este martes en Plaza San Martín hacemos un festejo con todas la organizaciones. Además de la regional de murgas, bandas en vivo, circo, patio de comidas, vamos a estar manifestando en contra de la clausura de los espacios culturales, diciendo ‘Ni una menos’ y ‘No al ajuste’.”
Carnavales barrio por barrio
Sábado 2
Casa Lumpen (5 e/ 63 y 64).
El Jacarandá (9 y 61).
Club Cultura (61 e/ 23 y 24).
Barrio Hipódromo (115 y 39).
Domingo 3
Juana Azurduy (63 e/ 20 y 21).
CORSAZO de Murgas (Plaza San Martín).
Cosmiko (71 y 10).
Carnaval (17 y 53).
Lunes 4
Carnaval (17 y 53).
La Vecindad (8 y 72) Noche Carnavalera.
Carnaval de Arana.
Martes 5
Alto Carnaval (Plaza San Martín).
Sábado 9
Corso conventillero (Parque Castelli, 25 y 66).
El Hormiguero (131 y 68).
Domingo 10
Murga Flores del Desierto (Plaza Alsina, 1 y 38).
Carnaval en el barrio El Triunfo. Murga Cartón Yeno (135 e/ 524 y 5).