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Durante el macrismo, los medicamentos aumentaron un 266%

El proceso inflacionario restringe el acceso a los bienes más necesarios, por su incremento por encima de los salarios y las jubilaciones. Entre estos, los medicamentos son protagonistas, con el consecuente deterioro para sectores vulnerables como los jubilados.

Entre mayo de 2015 y marzo de 2019, la inflación de los medicamentos esenciales fue de un 266%, con casos que llegaron a un 600%, mientras que la jubilación mínima tuvo un aumento del 172%, pasando de 3.821 pesos en mayo de 2015 a 10.410 pesos en la actualidad.

Así lo señaló un informe elaborado conjuntamente por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), la Asociación Latinoamericana de Gerontología Comunitaria (ALGEC) y el Centro de Estudios Políticos para Personas Mayores (CEPPEMA).

Los autores hicieron un relevamiento sobre los medicamentos que más subieron y el respectivo impacto que eso tiene en la calidad de vida de los adultos mayores. En este sentido, sólo en el mes de marzo, cuando la inflación fue del 4,7% en promedio, los precios de los cincuenta principales medicamentos se incrementaron 3,2%. Asimismo, el promedio de los diez medicamentos que más aumentaron en el mismo periodo alcanzó 6,2%, entre los que pueden verse aumentos de hasta un 9%, indica el informe.

El estudio pone la atención en la erosión del poder adquisitivo de los jubilados e indica que, frente a la incesante inflación, estos optan por comprar menos medicamentos, con los riesgos de salud que eso conlleva. “El poder adquisitivo de la jubilación mínima se retrajo 18,5% en la comparación entre el promedio del poder adquisitivo de 2015 y el medido en marzo de 2019, es decir, la pérdida representa $1.925 mensuales aproximadamente, considerando la jubilación mínima de $10.410 en marzo de 2019.”

El informe marca como un condicionante que agrava esta situación la modificación de la Resolución N° 005 de PAMI, que vuelve más complejo el acceso a los medicamentos, ya que los jubilados, para poder acceder al 100% de cobertura en medicamentos, deben tener ingresos inferiores a 1,5 haberes previsionales mínimos, no estar afiliados a un sistema de medicina prepaga, no ser propietarios de más de un inmueble, no poseer un vehículo de menos de diez años de antigüedad y no tener aeronaves o embarcaciones de lujo.

Como ejemplo de este complejo cuadro de situación, el informe destaca el aumento de medicamentos esenciales relacionados con enfermedades cardiovasculares y respiratorias, que han tenido un incremento más elevado que el promedio: el Sintrom, un anticoagulante necesario para evitar Accidentes Cerebro Vasculares (ACV), cuyo aumento durante la gestión macrista fue del 600%; el medicamento para patologías respiratorias fluticasona+salmeterol (Seretide), que aumentó su precio en un 326,56%, siendo su valor actual de 1.914,98 pesos; y el medicamento para patologías osteoarticulares, Etoricoxib (Arcoxia), un fármaco antiinflamatorio no esteroideo que se utiliza para el dolor crónico de patologías osteoarticulares, como artrosis y artritis reumatoidea, que tuvo un incremento del 330,92%.

La semana pasada se conoció la inflación de marzo (del 4,7%), que encendió las alarmas y obligó al gobierno a tomar medidas para incentivar el consumo de los bienes más elementales. Así, elaboró una lista de “Precios esenciales” de alimentos de la canasta básica. Y para medicamentos planteó un sistema de descuentos para beneficiarios de programas sociales de hasta el 70%. Sin embargo, recibió críticas desde sindicatos y organizaciones del sector, desde donde plantearon que esos descuentos ya existían desde enero de este año.

Para la UNDAV, los medicamentos aumentaron más de 250% desde 2015

En una línea similar al informe del CEPA, según el último informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), los medicamentos aumentaron más del 250% desde diciembre de 2015, lo que representa más de cincuenta puntos porcentuales por encima de la inflación general promedio.

El informe se basa en un relevamiento de más de 120 drogas de consumo masivo, en función del precio de venta al consumidor final. “Se destacan las subas más pronunciadas en medicamentos para las tiroides (+418%), en los ansiolíticos (+393%), para el colesterol (+336%), en broncodilatadores (+305%), en anticonceptivos (+272%) y en antidepresivos (+234%)”, detalla el informe coordinado por el economista Santiago Fraschina.

En el detalle por medicamentos, destaca aumentos en promedio de 288% para el Propinox, del 271% en Clonazepam, del 242% en Ibuprofeno, del 236% en Amoxicilina y del 219% en Omeprazol.

Otro dato que releva el estudio es el impacto sobre el gasto familiar en salud con respecto a los aumentos en prepagas. “A pesar de que las empresas se enfrentan a una menor demanda, buscaron compensar vía precios la merma de ingresos. Así, en el acumulado desde febrero de 2016, el aumento en la cuota fue del 178,6% hasta marzo de 2019, esto es, 18,4 puntos porcentuales por sobre la inflación.”

Por último, señala que el incremento de precios de medicamentos avanzó sobre el nivel de ingresos. Y puntualiza que “determinó que el poder de compra de una canasta representativa de medicamentos decreciera un 51,0% en relación al salario mínimo, 43,7% respecto a la jubilación mínima y un 14,1% en comparación a la asignación por hijo”.