Por Rocío Cereijo
El Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1 condenó al excapitán Ricardo de La Canal, los tenientes Roberto Percuoco y Ernesto Conti, y el oficial principal José Antonio Cáceres, a la pena de prisión perpetua por “apremios ilegales” y “homicidio calificado” de Ariel Cannizzo. El 21 octubre de 2011, el joven de 33 años fue detenido ilegalmente y golpeado en su hogar; luego, trasladado a la Comisaría Cuarta de Berisso por personal de la Tercera, donde falleció al día siguiente como consecuencia de la golpiza.
La lectura condenatoria se hizo a puertas cerradas únicamente con la presencia de los familiares, los abogados defensores, la querella y el Ministerio Público Fiscal (MPF). Si bien el tribunal no hizo efectiva la prisión de los condenados De La Canal y Percuoco, la querella lo solicitó y los magistrados deberán resolverlo en el transcurso de los próximos cinco días hábiles.
En la instancia de alegatos, tanto el MPF como la querella explicaron cómo Cannizzo murió por una lesión en la parte inferior de la laringe por la cual sufrió por varias horas una asfixia lenta.
El caso llegó a juicio caratulado como “apremios ilegales”, y tanto la querella, representada por Verónica Bogliano –quien patrocina a la familia por la Asociación Civil Miguel Bru (AMB)– como el MPF, a cargo de Martín Chiorazzi, solicitaron ampliar la acusación a “homicidio calificado” al comienzo del proceso.
En la instancia de alegatos, tanto el MPF como la querella explicaron cómo Cannizzo murió por una lesión en la parte inferior de la laringe por la cual sufrió por varias horas una asfixia lenta que culminó como “síndrome asfíctico subagudo”. Por su parte, Bogliano recordó el testimonio del hermano de Ariel, quien afirmó que los cuatro imputados ingresaron a la casa de la víctima y le propinaron una golpiza. Además destacó que de la autopsia se desprende que no hubo evidencia física de resistencia y la existencia de sangrado en la zona interna del abdomen.
Asimismo, la abogada de la AMB también citó a los vecinos testigos, que declararon cómo lo sacaron con la cara ensangrentada y las manchas de sangre que vieron en el comedor de la casa de Cannizzo.
Asimismo, la abogada de la AMB también citó a los vecinos testigos, que declararon cómo lo sacaron con la cara ensangrentada y las manchas de sangre que vieron en el comedor de la casa de Cannizzo. En esta línea, cuestionó que en el informe de reconocimiento médico no consignaron las lesiones en el rostro de Ariel y la inexistencia del legajo de su detención en octubre de 2011. Finalmente, resaltó que De La Canal había intervenido en dos causas previas contra la víctima por resistencia a la autoridad donde este policía lo había golpeado.
Mónica Yllescas, madre de Ariel Cannizzo, estuvo acompañada a lo largo de todo el juicio por Rosa Schonfeld de Bru y denunció los hostigamientos que aún sufren por parte de los policías de la Comisaría Tercera de Berisso. En este sentido, señaló que junto a su familia se sienten inseguros porque la Comisaría Tercera está a sólo a tres cuadras de su casa. “Tuve que esperar ocho años para llegar hasta acá, nunca bajamos los brazos, hoy sólo pido justicia”, dijo Yllescas. Durante el juicio declaró que su hijo había sido víctima de una causa armada por la que estuvo detenido cuatro años.