El último paro general desarrollado por la CGT y las principales centrales obreras del país fue el primero que contó con la adhesión del conjunto de profesional del Hospital de Alta Complejidad Néstor Kirchner, mejor conocido como El Cruce. Es que trabajadores y trabajadoras de la institución de salud de Florencio Varela están en un momento crítico y ahora van por un plan de lucha para denunciar el ajuste impulsado por Nación y Provincia.
Desde el sector señalaron no sólo la ausencia de discusiones salariales por parte del gobierno, sino además el deterioro de un establecimiento de salud clave como lo es este, que requiere personal altamente capacitado y, según señalan, «no está logrando suplir la demanda de profesionales».
«Lo que viene sucediendo en el hospital no es ajeno a lo que viene sucediendo en líneas generales en la salud pública. Estamos sufriendo un ajuste importantísimo, la degradación del Ministerio de Salud en Secretaría. Eso se expresa luego en problemas como la ausencia de vacunas, la falta de negociaciones salariales. Hoy por hoy, El Cruce se mantiene gracias al esfuerzo que están haciendo sus trabajadores», dijo a Contexto Jerónimo Chaparro, referente de la Asociación de Profesionales y el Sindicato de Personal del Hospital El Cruce.
Según el profesional, más del 80% de la población que atiende El Cruce «no tiene ningún tipo de cobertura social» y realiza prestaciones de alta complejidad, como tareas de trasplante hepático, trasplante de órganos sólidos, cardiocirugías, neurocirugías, entre otras. «Si esas operaciones no las hacemos nosotros, el resto del sistema sanitario no está en condiciones de atenderlas», señaló Chaparro.
El Hospital El Cruce juega un papel central como institución, en tanto llegó para ocupar un espacio vacante para una franja poblacional que no tenía dónde recurrir para problemas de alta delicadeza. «Antes no se resolvían en ningún lado estos problemas. El hospital fue creado con una lógica sumamente inteligente y muy moderna, y rápidamente ocupó ese espacio de vacancia. Lo que fue pensado originalmente como un espacio más regional, de inmediato comenzó a resolver problemas y demandas de toda la provincia».
Con sus orígenes en el año 2007, el Hospital El Cruce demandó una inversión de más de 100 millones de pesos provenientes del Estado nacional. En su momento se pensó para cubrir las demandas de los partidos de Berazategui, Quilmes, Florencio Varela y Almirante Brown.
El referente gremial fue lapidario con las gestiones de Mauricio Macri en nación y María Eugenia Vidal en provincia. «Después vemos cómo este gobierno tiene que salir a falsear estadísticas para querer decir que supuestamente hubo una disminución de la mortalidad infantil cuando en realidad no fue tal. Mienten en los datos, eso es lo que hace la Administración central», indicó.
Desde el sector de trabajadores de El Cruce adelantaron que la próxima semana se llevará adelante una asamblea para poner en discusión las principales inquietudes y el rumbo a seguir con estos reclamos. La actividad será el 5 de junio a las 10 hs, y decidirán en consenso nuevas herramientas de lucha sobre el salario y la calidad de atención.