Por Lucía García y Lisa Solomin
Los quince minutos de sexo en los pasillos de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA generaron un escándalo un tanto sobreactuado. El debate mediático se centró en la corrección, en lo obsceno, en lo que está bien o mal y en si hubo o no delito. La discusión que sigue faltando es la que justamente el posporno está proponiendo: ¿cuáles son los cuerpos que está bien mostrar desnudos y cuál es la sexualidad que se nos está permitida? Luciana Sánchez es abogada y militante del Colectivo de Lesbianas Feministas por la Descriminalización del Aborto. Asegura que lo que realmente escandalizó del evento de la UBA fue que los cuerpos que se mostraban no eran los que los varones heterosexuales quieren ver. “Lo que escandaliza son las lesbianas”, dice. Y arremete: “las lesbianas siempre hemos escandalizado. Los cuerpos de las lesbianas no son los cuerpos que los varones están acostumbrados a ver sexuados todo el tiempo”.
La abogada también sostiene que esa es la verdadera razón por la cual el fiscal Mauro Tereszko abrió una causa para investigar si existió el delito de exhibiciones obscenas y citó a declarar a estudiantes de la facultad, al decano y a los organizadores del evento. Para Sánchez, la postura del fiscal es abiertamente discriminatoria y evidencia un doble estándar en la Justicia y en la sociedad en general.
-¿Qué es lo que ocurrió en la facultad el miércoles 1º de julio?
-Lo que ocurrió fue una actividad artística, una performance, que se sabía que iba a suceder en algunos espacios de la facultad, en algunos pasillos, y que incluía distintas demostraciones de una movida cultural lésbica que se llama posporno. El posporno es justamente una forma de cuestionar la pornografía tradicional, donde las lesbianas son representadas como objeto de consumo para varones heterosexuales. El posporno critica estas maneras de representación de las lesbianas en la pornografía y propone compartir de otra manera distintas expresiones sexuales no hegemónicas, no heterosexuales. La convocatoria decía: «El posporno llega a Sociales, se pasea por los pasillos de la facultad y va sexualizando todo a su alrededor. Una propuesta para ampliar el imaginario pornográfico y experimentar otras formas sexualizadas de habitar el espacio universitario».
«El posporno critica las maneras de representación de las lesbianas en la pornografía y propone compartir de otra manera distintas expresiones sexuales no hegemónicas, no heterosexuales.»
–Entonces estaba anunciado que esta actividad se iba a realizar en los pasillos. Porque la universidad se desliga diciendo que no estaba previsto que sea en los pasillos, sino en otro lugar determinado y dice que la anomalía es de la organización…
-Para que quede claro: el fiscal que abre esta causa es el mismo que hace un tiempo, en una nota de Clarín, se refirió a unas modelos que se pasearon desnudas por Boedo diciendo enfáticamente que eso no era pornografía. O sea que una vulva depilada es algo artístico. El mismo fiscal da largas explicaciones de lo artístico y maravilloso que es y por qué eso no es exhibición obscena. Es claro que tiene una actitud discriminatoria y que lo que le molesta es que esta vez los cuerpos que están en juego no son cuerpos objeto de su consumo personal. Tenemos un doble estándar: si una mujer o una travesti están desnudas en la calle y eso es para el consumo de los varones, está bien y eso no es una exhibición obscena; en cambio, si un grupo de compañeras hace una performance artística lésbica y trans en el ámbito de la facultad, eso sí es obsceno.
«el fiscal que abre la causa por el posporno es el mismo que, en una nota de Clarín, se refirió a unas modelos que se pasearon desnudas por Boedo diciendo enfáticamente que eso no era pornografía. O sea que una vulva depilada es algo artístico.»
-En realidad, parece que toda la polémica que se desató porque se vieron cuerpos desnudos y escenas sexuales en la facultad esconde otra polémica: cuáles son los cuerpos que son legitimados socialmente para ser mostrados desnudos. Lo mismo que lo que circuló en las redes sociales comparando imágenes de la performance con otras del programa de Marcelo Tinelli en donde no era muy diferente la exhibición del cuerpo.
-Las escenas de Tinelli para mí son muy ofensivas, porque promueven permanentemente la heterosexualidad obligatoria y las violaciones correctivas. Todo lo que tiene que ver con la corrección del cuerpo, donde por lo general las lesbianas y travestis estamos excluidas. Frente a este tipo de erotización hegemónica y de cuerpos que tienen permitido exhibirse y otros que no, es que se hicieron leyes como la de identidad de género, de matrimonio igualitario, como tantas otras que tienen que ver con ir cambiando los patrones culturales. El posporno es una respuesta cultural y artística frente a lo que es la pornografía y la prostitución hegemónica.
–Y también tiene que ver con la estética, ¿no? También habilita a otros cuerpos, los que no responden al estándar de belleza establecido: cuerpos gordos, o flacos o con alguna discapacidad, por ejemplo.
-Sí, totalmente. Y no sólo los cuerpos como cuerpos estáticos, sino las dinámicas amatorias. No estamos hablando de hacer del coito o la penetración el eje, sino de trabajar otras formas de sexualidad que no suelen tener lugar. Que haya sido en la universidad es refrescante porque abre el debate de cuáles son los cuerpos que están permitidos en la Universidad y quiénes son las personas que pueden tener acceso a la Universidad, a una Universidad que es publica, de todos y todas.
-¿Pensás que lo que pasó puede redundar en una visibilización de la propuesta del posporno?
-Ojalá que sea así. Tenemos que luchar para que sea así. Lo que se busca todo el tiempo es disciplinar. Aunque la sanción que este fiscal discriminador nunca se concrete, está buscando imponer un costo a cualquier persona. O sea: antes de volver a realizar una actividad de este tipo en la Universidad se van a querer imponer reglamentos, notificaciones previas, todas cuestiones que van restringiendo el sentido democrático de la educación y del espacio público. Esto es un deseo optimista al que le tenemos que poner el cuerpo todas y todos.
El posporno busca ampliar los límites de la libertad para todas y pone de manifiesto toda la hipocresía y lo que nos falta trabajar incluso hacia dentro del feminismo, y ni hablar hacia adentro de la justicia.
Cuando pasó lo de Melina Romero, la chica que fue asesinada y apareció su cuerpo mutilado y flotando en el río, quedó muy clara la crítica mediática como se trató el tema, qué decían que provocaba, que le gustaba ir a bailar, tener sexo y todas estas estigmatizaciones, que el posporno pone en juego. El posporno busca ampliar los límites de la libertad para todas y pone de manifiesto toda la hipocresía y lo que nos falta trabajar incluso hacia dentro del feminismo, y ni hablar hacia adentro de la Justicia.
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