Por las bajas temperaturas, en las últimas semanas se multiplicó la asistencia de pacientes al Hospital de Niños Sor María Ludovica, cuyas instalaciones no dan abasto. Sus trabajadores piden a Provincia mayores recursos humanos y materiales para poder dar soluciones a los niños y las niñas.
La ola de frío acrecentó los ingresos a la guardia por enfermedades respiratorias, y al no estar preparada para esta demanda, la atención se vio resentida. «No tenemos respuesta ante tantos cierres de los centros de atención de los barrios. Entonces, todo deriva en el Hospital y eso hace que colapse la guardia. Sumado a que no hay otras guardias pediátricas para derivar», dijo a Contexto Luis Romero, delegado de ATE en el Hospital.
Otra problemática que atraviesan los profesionales y auxiliares es el desborde de pacientes que necesitan internación en terapia intensiva. «Lo que ocurre es que se están descomprimiento las terapias intensivas para que ingresen casos más graves y se trasladan los pacientes ventilados al servicio de terapia intermedia, pero allí falta personal capacitado por el hospital para atenderlos», explicó el delegado.
La solución momentánea a la que llegaron los trabajadores con las autoridades del hospital fue que los enfermeros y enfermeras de la terapia intensiva lleven a cabo horas extras para terapia intermedia. Pero sostienen que es una paliativo que debe resolverse con nombramientos y capacitaciones del personal.
La situación en el nosocomio entró en crisis durante el último fin de semana largo. El sábado se cortó el agua y volvió recién el lunes. En ese lapso, el personal tuvo que sacar agua en baldes de la guardia para los baños y la limpieza del resto del hospital. El lunes también se cortó la luz y durante quince minutos los pacientes asistidos con bombas en la terapia intensiva no tuvieron ese suministro esencial, lo cual puso en aprietos su tratamiento, ya que las bombas en muchos casos tienen agotadas las baterías y dependen de la electricidad.
«Nuevamente cortes de luz y falta de agua en el Hospital de Niños de la ciudad de La Plata. En esta ocasión, el sector más afectado es el Pabellón de Lactantes. Parece ser que para vulnerar el derecho de huelga de las y los trabajadores, el acceso a la salud es un ‘servicio’ esencial. Pero para garantizar las condiciones laborales y presupuestarias que permitan brindar una atención de calidad, no sucede lo mismo», afirmaron desde la junta interna de ATE en un comunicado.
Romero añadió que la precariedad en el funcionamiento de los servicios es más notoria en el pabellón viejo, donde es más usual que fallen los insumos eléctricos de las salas. También subrayó que «disminuyó la entrega de medicamentos». «Antes las familias se iban con el Ibuprofeno para sostener a sus hijos hasta comprar las dosis en las farmacias, y hoy eso no se entrega y solamente pueden ir a retirar antes de las dos de la tarde. Después de esa hora, no se entregan. Y la gente que viene acá no tiene los mismos recursos ni obra social para comprarlos por cuenta propia», completó.
El crítico panorama en los hospitales se enmarca en el reclamo de los médicos para que el gobierno de María Eugenia Vidal los convoque a paritarias. «La grave crisis sanitaria en la provincia de Buenos Aires persiste, con una situación muy problemática en el funcionamiento de hospitales y centros de salud», señalaron en un comunicado desde CICOP.
«La salud pública requiere de acciones que la pongan en un lugar preponderante de la gestión, lo que hasta ahora no ha ocurrido. De cara a los últimos meses del gobierno de María Eugenia Vidal, reiteramos nuestra postura de la imperiosa necesidad de fortalecer las políticas sociales garantizando los derechos de la población, siendo indispensable para ello un cambio drástico en presupuestos y definiciones políticas», concluyeron.
