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La propaganda del gobierno dice que el agua «ya es potable» en Villa Castells, pero los vecinos lo desmienten

Tras meses de silencio por parte del gobierno provincial y municipal, los problemas de agua en la zona de Villa Castells, en la localidad de Gonnet, volvieron a tomar protagonismo en el debate público. Es que los vecinos de la zona se llevaron una sorpresa poco grata este martes al descubrir que, a días de las elecciones PASO, el gobierno repartió volantes donde asegura que «el agua es potable» en ese barrio.

El hecho se conoció durante las primeras horas de ayer, cuando los vecinos del norte de La Plata se encontraron con el volante que lleva el sello de ABSA y anuncia la finalización de la «Planta Potabilizadora Donato Gerardi para abastecer de agua potable a los usuarios de Gonnet y Villa Castells». No obstante, los propios frentistas desmintieron el anuncio y lo definieron como «una maniobra electoral».

Los anuncios de ABSA se centran en el mentado Acueducto de calle 489 que generó varias controversias a principios de año por varias fallas y averías. Si bien la empresa afirmó la «finalización de la obra», aclaró que seguirá repartiendo bidones debido «al cumplimiento de la medida preventiva a la cual se ajusta la empresa». Sin embargo, en los últimos días se conoció la decisión de la fiscal Cecilia Corfield de archivar la denuncia de 2016 por incumplimiento de la cautelar a la que la empresa dice atenerse.

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Lo cierto es que dicha cautelar es resultado de una acción iniciada por el juez Dante Rusconi, quien instó a ABSA a no cobrar el 50% –una parte se cobra por cloacas y otra por consumo– de la boleta de agua a los vecinos de Gonnet-Villa Castells hasta tanto no fuera resuelto el dilema de la potabilidad. Al mismo tiempo, ordenaba peritajes de laboratorio sobre la aptitud para consumo humano del agua y el resarcimiento del suministro con bidones.

La medida fue incumplida por ABSA, que decidió seguir cobrando las facturas completas, pero reconoció de manera indirecta el problema al comenzar a repartir los bidones. «Por medida cautelar judicial, el gobierno de la Provincia debe repartir bidones con agua potable, hasta que termine la obra del Acueducto que la provea a los más de 50.000 vecinos habitantes de Gonnet y Villa Castells que, pese a pagar y con aumentos, no cuentan con el servicio de sus canillas, como lo determinó en 2016 el Juez Dante Rusconi», ratificaron mediante un comunicado los residentes de la zona norte de la capital provincial.

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Asimismo, los frentistas señalaron en el comunicado: «Una fiscal habría ordenado el archivo de la causa judicial promovida por los vecinos ante la falta de agua potable, lo cual constituye una gran injusticia porque pretenden cerrar una causa donde el Juez determinó mediante análisis que se realizaron en el Laboratorio Biológico Provincial, que el agua de Gonnet y Villa Castells no es apta para el consumo humano».

«La medida cautelar de reparto de agua potable en bidones nunca se levantó porque aún no presentó ante la Justicia prueba alguna de que el agua haya dejado de ser no potable y prueba de ello es el hecho de que siguen repartiendo agua potable en bidones», remarcaron.

La iniciativa de repartir bidones fue planificada, en principio, como una medida paliativa para los diez meses que el gobierno había afirmado que llevaría la construcción del Acueducto, y que terminó prolongándose a tres años.

En tanto, el Acueducto –aún sin inaugurar de manera oficial por múltiples fallas ocurridas entre enero y abril– todavía no cuenta con los ramales necesarios para bastecer de agua a toda la región. «Desde calle 6 a calle 2 no hay tendido de agua potable. Los bidones se siguen repartiendo y muchos vecinos denuncian en las redes que el agua les sale marrón de las canillas», indicó ayer a Contexto Gerardo Sager, ingeniero y residente de la zona. Mientras tanto, la firma ya celebra su finalización, a pocos días de una instancia electoral.

Sager: «Desde calle 6 a calle 2 no hay tendido de agua potable. Los bidones se siguen repartiendo y muchos vecinos denuncian que el agua les sale marrón de las canillas».

La situación desató la indignación de los residentes, quienes se acercaron a la Delegación local para manifestar su descontento respecto del volante que, a días de los comicios, plantea que el gua ya es potable. La comunidad ahora evalúa qué acciones realizar ante esta maniobra que ha definido como «una total falta de respeto», donde «se mezcla la cuestión electoral y se especula cuando lo que está en riesgo es el derecho a la salud de más de 50.000 habitantes que hoy no tienen agua potable en Gonnet».

Según consignaron, los bidones que reparte el gobierno provincial «son insuficientes y se reparten en horarios laborales (a las 10:00 de la mañana y a las 3 de la tarde)». Además, señalan que están fuera del alcance de gente imposibilitada, anciana, discapacitada o que «simplemente no tiene auto como para poder ir a retirar los bidones a la delegación».

Mientras, la firma ABSA se comunica por teléfono con los usuarios con deuda para intimarlos con la posibilidad de judicializar los casos si no se regularizan los pagos.


 

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