El domingo por la madrugada, Johana Monzón, una joven de veintinueve años, madre de dos hijos, luego de haber pedido sin respuesta en reiteradas oportunidades asistencia psicológica a las autoridades del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), se suicidó en el pabellón N° 4 de la Unidad N° 33 de Los Hornos. Cumplía una pena por portación de armas. El domingo se movilizarán al lugar para exigir justicia por la joven y mejores condiciones en el penal.
Johana ya había tenido intentos de suicidio y pasaba por una fuerte depresión. Sin embargo, desde el SPB hicieron caso omiso a sus pedidos de ayuda. «Ella pedía contención familiar y no tuvo. Le ganó el encierro», sostuvieron las internas del pabellón N° 4 tras la muerte de la joven.
Según detalla la Agencia para La Libertad –que informa sobre la vulneración de derechos de personas privadas de su libertad–, Johana en dos oportunidades se autoflageló. La respuesta del SPB fue enviarla al sector psiquiátrico de la Unidad N° 45. Tras un mes de tratamiento, regresó a la Unidad N° 33, donde no se le brindó el seguimiento correspondiente. Solo recibió el apoyo de sus compañeras.
Sin embargo, el año pasado la situación comenzó a empeorar, con un fuerte hostigamiento hacia ella por parte de las autoridades del lugar. «Un día martes a las 11 am del 2018, encontrándose en el pabellón, ingresan la señora jefa de la unidad Sabrina Videla y la directora Angeline, diciendo textual: ‘que sea la última vez que te cortás sino te saco a patadas otra vez a la 45′», detalla la Agencia.
La escalada de violencia se fue recrudeciendo con requisas violentas. En una oportunidad le pidieron que se desvistiera y ella «quiso resguardar su intimidad de mujer y no desea mostrar sus heridas como tampoco sus partes intimas, y luego fue sancionada por ‘no acatar las órdenes’, sanción que cumplió en celda propia a pedido del colectivo de sus compañeras», agrega la Agencia.
El sábado Johana manifestó que estaba mal y pidió al SPB pasar la noche en compañía. Sin embargo, el pedido le fue negado y horas más tarde decidió suicidarse en su celda.
Las internas responsabilizan a Sabrina Videla, directora de la Unidad N° 33 de Los Hornos, y se prepara una movilización para el próximo domingo a las ocho de la mañana, en el horario de visita.
En este marco, sus compañeras responsabilizan a Sabrina Videla, directora de la Unidad N° 33 de Los Hornos, mientras que se prepara una movilización para el próximo domingo a las ocho de la mañana, en el horario de visita, con familiares acompañados de la organización La Dieciséis de Oktubre.
Johana había pedido hacer actividades recreativas, formar parte de cursos, pero tampoco fue escuchada. «La trataron como una drogadicta depresiva. Joha fue excluida de toda actividad», apuntaron desde Agencia para la Libertad. «Ella una más, ‘víctima de este encierro torturador’, de este SPB a cargo del cuidado, custodia y tratamiento al interno, una vez más deja a un ser humano desprotegido de derecho inalienable como es la ‘salud’, pagando su delito como manda la ley; ahora bien la ley no cumplió con Johana Monzón», agregaron.
«El encierro genera un tipo de padecimiento muy específico, que es un padecimiento subjetivo: de ahí, todo lo demás está atravesado por carencias económicas, simbólicas, afectivas, materiales, de todo tipo. Y un clima de absoluta violencia todo el tiempo; porque la institución es violenta, está generando violencia todo el tiempo», explicó a Contexto Daniela Costa, integrante de La Dieciséis de Oktubre, organización de estudiantes de diversas carreras que trabajan en conjunto con familiares de detenidos.
Costa: «El encierro genera un tipo de padecimiento muy específico, que es un padecimiento subjetivo: de ahí, todo lo demás está atravesado por carencias de todo tipo».
Desde La Dieciséis destacaron que en el SPB sabían de los intentos de suicidio previos, «con lo cual si hay una voluntad política de acompañar, lo hacen», apuntaron. «Lo que sucede es que no hay tratamientos de ningún tipo, los dejan en la lógica violenta, y sobreviví como puedas», agregó Costa.
Por su parte, las compañeras del pabellón destacaron las condiciones deplorables de encierro. Vale recordar que el año pasado las internas de la Unidad N° 33 comenzaron un fuerte reclamo para lograr visibilizar la falta de agua, así como la pésima alimentación y la falta de tratamientos médicos y psiquiátricos correspondientes.
«Lo que sucede es que no hay tratamientos de ningún tipo, los dejan en la lógica violenta, y sobreviví como puedas»
Tras la muerte de Johana, las internas piden que «esto no siga pasando, que no estemos más en el abandono, no perdamos otra compañera». Mientras, siguen exigiendo justicia dentro del penal, a pesar de las reiteradas amenazas de traslado.
«Convocamos para las ocho de la mañana, el horario de ingreso de visita, y vamos a hacer una especie de escrache, de pedido de justicia, con los familiares», explicó Costa. «Responsabilizamos a Sabrina Videla, la jefa del penal, que es la que tendría que haber obrado para que Johana no llegara a esos niveles», apuntó la referente de la organización convocante.