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Trabajadoras de la Dirección de Género denuncian persecución de Garro y Píparo

Las trabajadoras de la Dirección de Políticas de Género de la Municipalidad de La Plata se encuentran en estado de asamblea permanente y denuncian el hostigamiento por parte de las autoridades municipales a quienes encabezan los reclamos por mejores condiciones laborales.

Con una serie de paros y actividades en la vía pública, las trabajadoras vienen reclamando más recursos para poder abordar su trabajo, sobre todo en el refugio de mujeres. También piden el cese de la precarización laboral que las mantiene con contratos a renovar cada tres meses. En este marco, las autoridades, envalentonadas con el resultado de las elecciones, comenzaron a hostigar a las mujeres que participan de los reclamos.

«Nos preguntan qué compañeras participamos de algunas actividades o qué compañeras estamos hablando de lo que sucede, y no hay reconocimiento en lo más mínimo de lo que sucede en el Hogar y de que no son las condiciones adecuadas para que funcione», explicó a Contexto Erica Piccone, delegada de ATE en la DPG.

«Nos preguntan qué compañeras participamos de algunas actividades o qué compañeras estamos hablando de lo que sucede, y no hay reconocimiento en lo más mínimo de lo que sucede en el Hogar»

Vale recordar que, desde el comienzo de la gestión de Julio Garro, las trabajadoras denuncian una serie de cambios y el vaciamiento en el área. Hoy este organismo que asesora a mujeres víctimas de violencia de género, evalúa sus situaciones y apuesta a su fortalecimiento, no cuenta con recursos para acompañarlas, y las pocas trabajadoras a cargo tienen salarios a la baja.

En 2016, al comienzo de la gestión de Julio Garro, la DPG a cargo de Valeria Venturin dejó de ser una dirección dentro de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Municipalidad y pasó a depender de la Secretaría General. En 2018, las trabajadoras pasaron a la órbita de la Dirección de Políticas de Género y Diversidad comandada por Lucía Ríos, mientras que la DPG se siguió manteniendo a cargo de Venturin, sin articular con la otra entidad. Para 2019 el intendente preparó otro cambio. Ahora la Dirección de Políticas de Género y Diversidad forma parte de la Secretaría de Asistencia a la Víctima y Políticas de Género, conducida por la diputada provincial Carolina Píparo, quien mantiene el cargo ad honorem y tampoco ha dado respuesta a los reclamos de las trabajadoras, a pesar de contar con una partida mayor.

Las trabajadoras advierten que la situación del refugio, inaugurado con bombos y platillos por el jefe comunal, es preocupante. «Es una situación muy compleja que se va agravando cada vez más al no contar con insumos, con recursos concretos para trabajar con las mujeres y hacer una salida real a su contexto de violencia», advirtió Piccone.

«Es una situación muy compleja que se va agravando cada vez más al no contar con insumos, con recursos concretos para trabajar con las mujeres y hacer una salida real a su contexto de violencia»

«Venimos comentando acerca de las condiciones edilicias, de higiene, de alimentación, que son necesarias para el sostenimiento del espacio de contención integral y de protección de mujeres que están sufriendo violencia y que además tienen el agravante de estar en alto riesgo por su situación de violencia», agregó la delegada.

Lejos de dar repuestas, el organismo a cargo por Píparo avanzó con el hostigamiento, por lo que hoy las integrantes de la DPG temen por su continuidad laboral, teniendo en cuenta también el alto grado de precarización que atraviesan. «Estamos atentas también al hostigamiento en relación a nuestros puestos de trabajo. En diciembre se renueva el contrato y hay dichos concretos de la posibilidad de no renovación del contrato, entendiendo que esto siempre es de un modo intimidante, indirecto, por eso nosotras hablamos de hostigamiento», destacaron desde ATE.

En este escenario las trabajadores se mantienen organizadas a la espera de respuestas. «Vamos a seguir en estado de asamblea permanente hasta que se nos dé una reunión. La estamos pidiendo para que nos planteen soluciones en ese sentido y que ninguna compañera va a ser amedrentada o removida de su lugar de trabajo por decir las condiciones en las que se trabaja», concluyó Piccone.