La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, decidió modificar la carátula de expedientes de distintas dependencias provinciales que aguardaban su firma para avalar el pase a planta permanente de cinco mil trabajadores estatales bonaerenses. Se trata del último de los tres tramos acordados en reuniones paritarias en 2017, momento en el que se había comprometido a regularizar la situación de alrededor de quince mil personas, algunos de ellos con una antigüedad de más de una década.
A inicios de su gestión, Vidal dejó sin efecto la firma de expedientes de pase a planta iniciados durante la gestión de Daniel Scioli, y tras la presión de los gremios se acordó una regularización en tres etapas a cumplirse durante 2017, 2018 y 2019. Sin embargo, esta nueva maniobra hizo que los gremios estuvieran en alerta: UPCN convocó a protestar a trabajadores de la Dirección General de Cultura y Educación, Loterías y Casinos, Ministerio de Gestión Cultural, Desarrollo Social, IOMA y el Instituto de Previsión Social, entre otros. El secretario gremial de UPCN, Diego Rétola, se hizo presente y se comprometió a hacer lo necesario para revertir la situación.
La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) convocó a un plenario de delegados para discutir el conflicto y no descartan la realización de una movilización a fines de noviembre. Mientras tanto, en distintas dependencias ministeriales este sindicato impulsó asambleas en las cuales se resolvió realizar retención de tareas desde mediados de esta semana, como fue el caso del Ministerio de Desarrollo Social.
Durante la 34º edición del tradicional Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, los trabajadores del Teatro Auditorium de Mar del Plata enrolados en ATE denunciaron este hecho y se declararon «en estado de asamblea permanente puesto que la Gobernación decidió no concretar el pase a planta permanente (tercera etapa) y las mensualizaciones de los trabajadores y trabajadoras precarizados», según difundieron en un comunicado.
Los trabajadores afectados señalaron que esta medida se tomó desoyendo una conciliación obligatoria que había dictaminado el Ministerio de Trabajo bonaerense. El rechazo se fundamentó en la necesidad de que se convocara directamente a una mesa para que se tratasen puntualmente los pases a planta permanente.