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En la escuela de 1 y 38 hay peligro de contagio y suspensión de clases por la invasión de ratas y palomas

Son múltiples los casos de escuelas de La Plata que no tienen clases con regularidad por diferentes problemas, la mayoría ligados a infraestructura. Incluso las interrupciones son moneda corriente. Un ejemplo que da cuenta del alto nivel de abandono de las escuelas públicas es el de la Escuela N° 5 Tomás Moro: hay roedores y palomas en las aulas y salas, cuyas heces ponen en riesgo sanitario a los y las estudiantes.

El inconveniente es doble: por un lado, hay cielorrasos rotos y agujeros en los techos por donde se introducen las palomas, y a esto se suma que no hubo continuidad en la aplicación de los cebos para los roedores.

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«El resultado es que las palomas se adueñaron del laboratorio, que está lleno de excrementos, y por las noches, cuando funciona una escuela de adultos, hay ratas por todos lados», dijo a Contexto Guillermo Doffo, secretario de Educación y Cultura de Suteba La Plata.

La responsabilidad política es del Municipio de Julio Garro, ya que los arreglos menores y el mantenimiento de las escuelas están a cargo del Consejo Escolar, mientras que las obras de mayor porte corresponden a la Dirección de Infraestructura bonaerense. A diferencia de otras escuelas donde el deterioro edilicio es tan avanzado que hay derrumbes, acá el peligro no es ese, pero sí el contagio de enfermedades.

«Tanto desde el Bloque Sindical de Educación como desde las autoridades de la escuela, hicimos las presentaciones de reclamo, pero no hay avances y así no se puede dar clase», añadió.

Ayer por la mañana, la comunidad de la escuela hizo un abrazo simbólico y corte de calle en 1 y 38. Por la tarde, la respuesta de la Jefatura Distrital fue comunicar que hoy se realizará una desinfección para que el lunes se retomen las clases. Pero las autoridades de la escuela sostienen que esa es una solución de corto plazo, porque en tanto no se hagan las reparaciones de los cielorrasos y no se coloquen y sostengan en el tiempo los cebos, el problema a los pocos días será el mismo.

«Acá el problema es interno al Consejo Escolar, y explica el nivel de abandono de su política. Los trabajos son, por un lado, de la División de Infraestructura del Consejo para los arreglos, y de la División de Zoonosis, por otro. Pero cuando vienen los de Zoonosis interrumpen el trabajo porque dicen que sin reparaciones no vale la pena su trabajo. Así se interrumpió el proceso de desratización y desde julio la situación es insostenible», describió Doffo.