Tras el suicidio de Eduardo Lorenzo, el cura que cargaba sobre sí cinco denuncias por abusos sexuales contra menores, sus víctimas salieron a pronunciarse al respecto. Julián Bártoli se mostró aliviado por la muerte del párroco, que «no va a poder seguir abusando», y pidió que se investigue a sus cómplices: el ex arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, y el actual, Víctor «Tucho» Fernández, que esta semana le dedicó una misa en su honor.
Bártoli agradeció la red de contención que se armó este año alrededor de su denuncia, realizada en el mes de junio. Allí expuso que el cura abusó sexualmente de él a mediados de los noventa, cuando tenía trece años.
«Fue un año duro por momentos. Por momentos fue complicado, tedioso, la Justicia nos pone y nos puso a prueba muchas veces. La Justicia no entiende los tiempos de las víctimas. No está preparada a nivel legal para trabajar con víctimas de abuso de cualquier índole y se hace la consecución de justicia», explicó Bártoli, quien detalló que tras la denuncia pudo «empezar a sanar».
Previo a su denuncia, el párroco ya registraba otra en 2008 por un presunto abuso cometido a un menor de edad alojado en Leoncito, un hogar de niños que dependía de la parroquia de Gonnet, de la que formaba parte el cura hasta este año. La causa fue archivada hasta la denuncia de Bártoli, a la que se le sumaron otros sobrevivientes de abusos, registrando así cinco casos. Finalmente, el sacerdote decidió quitarse la vida al conocerse la noticia de que se podría avanzar con su detención.
Tras el suicidio del cura, Bártoli consideró que se trata «de una victoria», porque, al «haberse matado esta basura, nos garantiza que nunca más va a tocar a un chico».
En ese sentido, el joven también cargó contra la Iglesia, que «nunca más va a poder encubrirlo», y responsabilizó a Tucho Fernández, que ahora «no le va a poder seguir acercando menores para que viole».
«Es un capítulo cerrado en ese sentido. Me hubiera gustado que esta persona siga viva y que haya justicia, aunque no sé si iba a llegar. La Justicia me ha demostrado que es muy complicada, muy turbia», sostuvo.
En este marco, aseguró que su «lucha no termina», sino que solo se trata del fin «de un capítulo», por lo que pidió seguir investigando a las autoridades eclesiásticas. «Tucho Fernández, el ex arzobispo monseñor Aguer, son encubridores y fueron encubridores. Ellos facilitaron que Lorenzo siguiera abusando de chicos sabiendo todo lo que había pasado. Por lo tanto, mi lucha va a ir contra ellos, contra la cúpula de la Iglesia, que encubre gente, que encubre pedófilos, que le importan muy poco los niños, los pobres, son todas fachadas, son todos discursos, son puro marketing. Les interesa el poder y satisfacer sus perversiones más bajas. Así que por ellos», sostuvo. En ese sentido, apostó a «verles las caras en un ámbito legal».
Vale destacar que esta semana, tras el suicidio del cura, Fernández lanzó un comunicado donde sostuvo que «se quitó la vida después de largos meses de enorme tensión y sufrimiento», al tiempo que afirmó que «el Señor nos ayudará a comprender algo en medio de este misterio oscuro». Párrafo aparte le dedica a las denuncias, aunque busca minimizarlas. «Más allá de que no se había concluido un juicio por las acusaciones presentadas, también oramos por quienes puedan haberse sentido ofendidos o afectados por él», sostiene.
La cúpula de la Iglesia platense le dedicó una misa a Lorenzo. «Todos tenemos mucho más que darle a Dios y todos tenemos mucho de lo cual ser purificados también», sostuvo allí Fernández.