En anticipación a la llegada del invierno, el gobierno comenzó a atender la delicada situación de demanda de gas en garrafa en los cientos de barrios y territorios del país que requieren de este recurso y que se vieron fuertemente afectados en los últimos años. Por ello, la Subsecretaría de Hidrocarburos de la Nación reunió a la principal entidad de pymes del sector para trabajar el esquema de propuestas para reactivar al sector de cara a los meses venideros.
El organismo conducido por Juan José Carbajales –dependiente de la Secretaría de Energía a cargo de Sergio Lanziani– se reunió esta semana con la Cámara Argentina de Distribuidores de Gas Licuado (CADIGAS) y analizó la situación del sector, para luego trabajar en una agenda común a fin de encontrar las soluciones a las dificultades que desde hace tiempo afectan la actividad.
«Desde la Cámara Argentina de Distribuidores de Gas Licuado (CADIGAS) hemos solicitado una reunión con las nuevas autoridades nacionales para que, de cara al próximo invierno, se pueda abrir un espacio de diálogo con las PYMES distribuidoras de gas que permita trabajar en una agenda común para recuperar la sustentabilidad operativa de un sector vital para atender las necesidades de la población», expresó la entidad presidida por Claudio Bisurgi, según declaraciones brindadas al portal El Cronista.
Cabe destacar que las problemáticas de orden energético fueron un punto clave durante la gestión Cambiemos, en especial con la porción de la población que todavía depende del consumo de gas envasado. La falta de abastecimiento, así como los paulatinos aumentos y tarifazos a ese recurso, pusieron en jaque a los sectores sociales más vulnerables. Incluso, los múltiples incrementos tarifarios generaron que cientos de familias debieran comenzar a utilizar gas envasado por primera vez.
«El Gobierno anterior no resolvió los problemas del sector, que se agravaron peligrosamente a lo largo de todo ese tiempo, acercándolo a una situación cercana al colapso. Se debe considerar que el 40% de los usuarios de gas en garrafas recibe un subsidio directo a través de la tarifa social, lo que pone de manifiesto la relevancia de un sector que se encuentra constituido por una estructura económica y social vulnerable que requiere mantener la accesibilidad a este recurso básico para su calidad de vida», agregaron desde CADIGAS.
La entidad está integrada por unas 181 pymes, en su mayoría de estructura familiar, registradas como distribuidoras oficiales habilitadas por la Secretaría de Energía. Esas empresas dan empleo a casi 3.000 personas, y su estructura permite abastecer al 48% de la demanda de gas licuado del país. Esto equivale a las necesidades básicas de calidad de vida para unos 2,5 millones de familias en todo el país.
«Creemos que, a través de la implementación de políticas públicas como la ayuda económica, la exención y/o la disminución de cargas e impuestos, la promoción del primer empleo, además de acuerdos con empresas proveedoras del sector, será posible lograr la subsistencia de las empresas, llevando tranquilidad tanto a nuestros empleados que corren el riesgo de perder sus puestos de trabajo, como a los consumidores, que podrían verse desabastecidos de cara al próximo invierno», concluyeron desde la entidad.