Durante las últimas horas del martes tomó conocimiento público el fallecimiento de Beatriz Mechato Flores, mantera de 75 años que había sido atropellada el viernes pasado tras ser perseguida por un operativo de la Policía Metropolitana para confiscar su mercadería. Su muerte provocó una reacción inmediata y, durante una movilización en repudio del hecho, las fuerzas de Horacio Rodríguez Larreta apresaron a 34 personas, incluido el dirigente Juan Grabois.
La protesta tuvo lugar ayer en las inmediaciones de la Agencia Gubernamental de Control (AGC), donde la comunidad de trabajadores ambulantes, junto a organizaciones sociales, se presentaron para pedir justicia y castigo a los culpables. Entre los manifestantes se ubicaba el referente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Juan Grabois, quien dijo haber sido «marcado» por el operativo policial durante la protesta.
«Nosotros no vemos esto como un accidente, definimos que es un asesinato. Advertimos varias veces que algo así podría pasar», dijo a Contexto Nicolás Caropresi, integrante de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular, quienes ayer confluyeron en la movilización junto con el Movimiento de Trabajadores Excluidos, Vendedores Libres, entre otros.
Según definió, la movilización se dirigió a la AGC en las primeras horas de la tarde para exigir una respuesta de las autoridades, y, ante un primer forcejeo con un cordón policial, las fuerzas de seguridad comenzaron una «cacería» contra cualquier manifestante o vendedor ambulante. «Se llevaron detenido incluso a un compañero que estaba a seis cuadras del lugar central de la manifestación», agregó Caropresi.
Tal como ha sucedido en ocasiones anteriores, el fatal episodio de Mechato Flores puso de manifiesto la situación de trabajadores ambulantes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, quienes ahora se ven en el escenario crítico de una cuarentena que impedirá el trabajo diario.
«Tenemos que discutir y encontrar la manera de ordenar la venta en la calle de una manera consensuada. Hay esquemas de funcionamiento en Miami, en la India, en Brasil que podrían funcionar de ejemplo en Buenos Aires. No nos dan pelota, por eso, en el contexto de la muerte de Beatriz y muchos otros compañeros decidimos movilizarnos para exigir soluciones, sobre todo en el contexto de la inminente cuarentena», agregó Caropresi.
El número de detenidos durante la tarde de ayer ascendió a 34. Fueron derivados a distintas seccionales porteñas y varios de ellos lograron recuperar la libertad durante el transcurso del día.