Mientras el gobierno mantiene los primeros contactos formales con los acreedores privados, en el marco de las negociaciones para reestructurar la deuda externa pública, desde el colectivo Economía Política para la Argentina (EPPA) respaldaron la «estrategia soberana del Gobierno Nacional» y pidieron unidad entre todas las fuerzas políticas para fortalecer al Ejecutivo en las negociaciones.
«Manifestamos enérgicamente nuestro apoyo a la estrategia soberana para reestructurar la deuda pública externa, y señalamos que la particular condición de la Argentina en estas horas dramáticas requiere un llamamiento de todas las fuerzas de la sociedad que componen el espacio nacional y tienen atado su propio futuro a un único destino común», sostienen en el comunicado los reconocidos economistas.
Entre los firmantes se encuentran el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof; el titular de ANSES, Alejandro Vanoli; la diputada nacional Fernanda Vallejos; el titular del Banco Nación, Eduardo Hecker, y otros economistas como Silvina Batakis, Arnaldo Bocco, Augusto Costa, Agustín D’attellis, Roberto Feletti, Débora Giorgi, Santiago Fraschina y Guillermo Wierzba.
Indicaron que la situación económica y financiera argentina era endeble antes de la llegada de la pandemia del COVID-19 por el alto nivel de endeudamiento y la destrucción del empleo que dejó el gobierno de Mauricio Macri. «La Argentina ya estaba en diciembre pasado frente a una tarea de enorme escala por el gravoso resultado de las políticas que durante cuatro años destruyeron la capacidad productiva, deterioraron la situación social y comprometieron por la vía del endeudamiento el futuro de nuestra Patria», remarcaron.
«El llamamiento que hace la Argentina para darle sostenibilidad a su deuda externa ya era de estricta necesidad en diciembre pasado; hoy aquellas circunstancias se refuerzan por imperio de una cruda realidad, y es absoluta la necesidad de resolverlo», añadieron.
Asimismo, hicieron un fuerte cuestionamiento del endeudamiento que heredó el gobierno de Alberto Fernández del macrismo. «Este absurdo nivel de endeudamiento es la contracara de una forma de entender la economía argentina: lejos de la producción y el empleo, cerca de la especulación financiera y los negocios rentistas».
La propuesta del gobierno nacional a los acreedores externos para reestructurar la deuda argentina con legislación extranjera contó con el apoyo del Fondo Monetario Internacional y, posteriormente, de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. Consistió en una quita de capital de 5,4%, un fuerte recorte de intereses del 62% y tres años de gracia para comenzar a pagar, una vez reactivada la economía.
Los tres grupos de acreedores presionaron y rechazaron la oferta de canje de bonos la semana pasada y pidieron que el gobierno negocie de «buena fe» y ponga sobre la mesa información económica y financiera que ellos consideran importante. El ministro Guzmán les respondió en una entrevista radial que «no va a haber otra oferta».
Ahora las negociaciones se podrán prolongar hasta el 22 de mayo para no caer en default, según se propuso el gobierno para continuar las negociaciones. En esa fecha se cumplirá un mes del vencimiento de los cupones por 503 millones de dólares que no pagó este mes.
Para fortalecer políticamente estas negociaciones, desde EPPA pidieron apoyo político para el gobierno de parte de los demás sectores de la política nacional. «La emergencia agravada por la pandemia no deja ningún margen para la especulación, los intereses facciosos, y la miserabilidad: sólo poniendo al Estado en el centro de la planificación podemos conducir a la Argentina en este trance, mitigar el daño en las condiciones de vida de los más humildes y preservar la estructura productiva», afirmaron.
«Reafirmamos la necesidad de que la restructuración de la deuda externa pública pueda concretarse en los términos que propuso el Gobierno y que se transforme en un capítulo principal de la recuperación de la Argentina», concluyeron.