La escalada de casos positivos de COVID-19 en la Villa 1-11-14 que tomó conocimiento público ayer volvió a poner el foco sobre el preocupante avance de la pandemia en los barrios populares de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). La situación, solapada por los medios en complicidad con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, volvió a quedar expuesta ante nueve casos positivos de diez familias a las que se le realizó hisopado.
La situación era advertida por organizaciones sociales que desde el mes de marzo presentaban reclamos sobre el riesgo de la incipiente pandemia en un contexto de pobreza y precarización de las condiciones de vida. En tanto, la curva de contagio en los barrios pobres de CABA saltó a la agenda mediática tras una crecida de casi del 2.000% en solo una semana en la Villa 31, luego de pasar, además, todo ese tiempo sin agua potable.
Luego de la situación en Villa 31, la gestión PRO en ciudad tuvo que blanquear las cifras de contagios en las villas –hasta entonces ignoradas– y comenzar a evaluar actividades. No obstante, desde las organizaciones observan como insuficientes las medidas tomadas por Larreta.
«Ahora son 511 positivos solo en la Villa 31 y 685 en todas las villas de Capital Federal», señalaron desde el medio de comunicación popular La Garganta Poderosa, sector que comenzó a denunciar la fuerte escalada de contagios en los barrios relegados de la gestión porteña, agravada por la falta de políticas públicas.
«¿Saben cuántos casos confirmados tenemos a esta hora en las 29 villas de la Capital Federal? 685. ¿Y en cuántos barrios están ‘buscando los positivos’, como dicen y repiten los funcionarios? Dos, apenas dos. ¿Y cuántos casos esperaron para salir a detectar esos positivos en la 1-11-14? Más de 140. ¿Y cuántos positivos detectaron ahí, en las únicas 24 horas que montaron el dispositivo? Nueve. ¿Y en la Villa 31? Y en la Villa 31 están tomando la temperatura, forzados por la intervención de Nación, que además los obligó a mantenerlo activo para no invisibilizar la situación real, ‘porque lo querían levantar a los diez minutos’».
Desde la organización La Poderosa han iniciado sus propias tareas de prevención en búsqueda de cuadros febriles en los barrios populares de CABA. En los últimos días se detectaron ocho casos en la Villa 21-24 y tres en la villa Zabaleta.
Cabe señalar que las intervenciones desde Nación y Provincia para avanzar en planes integrales de prevención fueron clave para que el gobierno porteño tomara cartas en el problema. De la misma manera se presenta el escenario de la región de La Plata, también territorio gobernado por Cambiemos, donde el intendente Julio Garro no muestra señales de acción en los diversos reclamos de la oposición y organizaciones sociales. Recién anteayer se logró una reunión, en el marco de Comité de Emergencia, con integrantes de las organizaciones, aunque consideran que las directivas de la Comuna aún son insuficientes.
«Estamos sosteniendo los comedores y los merenderos con nuestro propio trabajo. Los recursos llegan de La Plata, pero vienen de parte de Nación y del SAE, que es provincial. No hemos podido avanzar en nada concreto en términos de insumos sanitarios, no hay inversión por parte de Garro. Tampoco en capacitaciones, charlas, cuestiones de concientización sobre coronavirus y dengue, que es un problema que también está vigente», dijo a Contexto Cristian Medina, referente de Barrios de Pie, en la región Berisso, Ensenada y La Plata.