Tras la irrupción de la curva de contagios en la zona bonaerense de Villa Azul, una campaña solidaria busca aliviar la situación que ahora atraviesan los miles de residentes del barrio popular repartido entre los distritos de Quilmes y Avellaneda. Encabezada por la organización social La Garganta Poderosa, la propuesta Contagiá Solidaridad logró abastecer de viandas para almuerzo y cena al conjunto de los vecinos y vecinas de la zona.
«Somos un habitante más de Villa Azul, del Barrio Padre Mugica, de la 11-14 y de cada barrio popular de la Argentina, porque allí es donde hay una necesidad y un derecho que reponer», fueron las palabras del propio Alberto Fernández, quien ayer se presentó en la localidad de Bernal junto a los intendentes de Quilmes y Avellaneda, Mayra Mendoza y Jorge Ferraresi. Allí también se presentó el gobernador Axel Kicillof, junto al legislador Máximo Kirchner, el titular de Obras Públicas de la nación, Gabriel Katopodis, y la titular de AySA, Malena Galmarini.
Si bien los distintos estamentos del Estado pusieron el foco en las tareas de prevención en Villa Azul, el antecedente de la trágica muerte de Ramona Medina, en medio de la avanzada de COVID-19 en Villa 31, representó un fuerte llamado de atención ante la situación del virus en los barrios más vulnerables tanto de CABA como del GBA.
«En principio pudimos elaborar alimentos para cubrir almuerzo y cena, y tenemos proyectado poder continuar esta dinámica por dos días más. Estamos evaluando la posibilidad de poder brindar desayuno y merienda, aunque aún no se confirmó. Las viandas se estuvieron cocinando en Racing e Independiente, para repartir caliente en bandejas de aluminio», dijo a Contexto Nelson, vecino de la Villa 21-24 e integrante de La Garganta Poderosa, respecto del trabajo que, si bien llegó a Villa Azul durante los últimos días, ya habían iniciado mucho tiempo atrás.
«Nosotros queremos dejar en claro que no queremos que se repita lo ocurrido en Villa 31. Cuando sucedió esto en las villas porteñas, nosotros advertimos que esto también iba a suceder en el conurbano bonaerense si el Estado no actuaba a tiempo. Muchas veces, desde los medios hegemónicos ponen el foco sobre la ‘militarización del barrio’, pero no ponen la atención en lo que realmente es grave, y que el abordaje territorial debe ser integral. Y esta es una situación compleja, porque hay muchas opiniones en la misma comunidad sobre cómo se está procediendo», agregaron desde la organización.
A lo largo de la última semana, Contagiá Solidaridad generó múltiples aportes, tanto desde la sociedad civil como de organizaciones e incluso del sector privado. Asimismo, tras el estallido de casos en Villa 31 y la denuncia de la organización villera, La Poderosa logró concretar una reunión con el propio Alberto Fernández para presentar un plan de abordaje del problema. Esta semana también lograron mantener un diálogo con el ministro de Desarrollo Social de la nación, Daniel Arroyo.
«Desde el inicio de la pandemia, venimos visibilizando cómo las villas son los primeros grupos de riesgo. Nosotros nos entendemos como una política complementaria al Estado. Por eso intentamos hablarle a la gente para que se solidarice. Hoy en día nuestros merenderos están siendo abastecidos con carne, verdura, lácteos, pañales, en gran parte gracias a los donativos. No quiere decir que el Estado esté ausente en su totalidad. Pero la situación es mucho más compleja», agregaron.