Por Ramiro García Morete
“Si hoy te vieran revolucionario seguro los cipayos saltan a tu yugular/ Porque para ellos que rajes a Cisneros es profundizar la grieta con su majestad”. Desde aquel fatídico 22 de noviembre –cuando ver bailar al hijo del empresario en el balcón de la Rosada inspiraría la primera canción del grupo– posiblemente confirmarían algunas cuestiones. En principio, que de un modo u otro, la historia nos obliga a elegir o levantar alguna bandera. Y que esa historia puede que efectivamente sea cíclica. Pero también que el tiempo es una posibilidad. De lucha, de resistencia o de imaginar. Por lo tanto, desde el principio Luciano Novillo (voz), Javier Mezquita (guitarra) y Javier Li (violín) trazaron líneas temporales entre estéticas y personajes, pensando el tango de los veinte como la cumbia villera pos 90´s, asumiendo una posición o color, pero a la vez entendiendo que ciertas causas trascienden lo partidario. Por eso no llama la atención que imaginen a Belgrano como posible blanco de las corporaciones, del medio pelo o de los “moderadistas” que bregan por el bien de La República. En vísperas del llamado Día de la Bandera, “El desobediente” retrata a crudo ritmo canyengue el lado político por fuera del prócer de Billiken. Y se suma a otro nuevo material que Que lo tiró! ha publicado en su canal de Youtube, haciendo de la adversa pandemia una posibilidad de creación y sosteniendo en la medida de lo posible la militancia que ahora no puede pisar los escenarios. Pero a veces la historia se repite para bien y seguramente piensen con tanta esperanza como certeza: Vamos a volver.
“Desde que se decretó el confinamiento compusimos cinco tangos pero publicamos seis videos –introduce Novillo–. Esto se debe a que ‘Paciencia’ (tango dedicado al arduo trabajo de los militantes en explicar una y mil veces lo que consideran el camino correcto para lograr un país justo, equitativo y soberano) recobró sentido junto al cambio de paradigma de militancia. Este tango se resignificó, ya no lo cantamos dirigido a un partido político sino al Neoliberalismo en sí mismo. La ductilidad de la letra así lo permitió. Así es que aprovechamos la grabación que habíamos hecho en marzo y se ensamblaron filmaciones de la misma sesión y otras que logramos después, ya cada uno en su casa”. Prolífico, el grupo generó cinco canciones nuevas, acompañadas de videos con “temas coyunturales como la negociación de la deuda en ‘Usted me dice que le debo no sé qué’, y otros más descriptivos como en ‘Canillita canallita’ o ‘Milonga del arreglo provisorio’”.
Al principio utilizaron celulares (la cámara de video registra con mejor audio) y a distancia fueron arreglando. “Ya para grabar ‘Manuel Belgrano, el desobediente’ lograron enseñarme cómo hacerlo desde una computadora y se logró un sonido más limpio”, cuenta Novillo. Con la misma actitud resolutiva, “los videos son filmaciones con celulares desde cada una de nuestras casas. Linternas, atriles, esperar el día soleado o la oscuridad de la noche. Auténticos ‘celumetrajes’”.
Esos videos remarcan también su cuota de humor e histrionismo. “Los videos nos permiten decir más de lo que se logra en la letra”, admite Novillo pero aclara: “Nuestras actuaciones en vivo suelen darse en climas alegres que apuntan hacia la felicidad del otro, y esto suele hacerse difícil en el marco de la militancia porque el riesgo de un resultado adverso puede arrastrar a que muchas personas la pasemos mal… A ver, no es joda que espiaron gente, que los trolls te marcan agenda, que hay presxs políticxs en Argentina, que nos endeudaron a más no poder y nos dejaron en default. Pero así y todo se milita con alegría”.
En el tema dedicado a Belgrano remarcan esa necesidad de ciertos sectores del país de negar el conflicto como motor social: “Van a despolitizarte, porque les conviene más/Creador de la bandera nuestra insignia nacional”. Es casi ineludible citar aquellas palabras de Macri. ‘Deberían tener angustia de tomar la decisión, querido rey, de separarse de España’ le batió en el festejo de los 200 años de nuestra independencia. Querido rey. Para retomar el tema del humor viene como anillo al dedo. Pero fue tristísimo. Faltaba que dijera que Belgrano era daltónico y no supo distinguir entre una tela roja-amarilla de otra azul y blanca. Ahí les salta la ficha a los Rivadavia de ayer y hoy. El Manuel Belgrano político no le convino a la oligarquía de entonces ni a la actual. Si nos hubieran enseñado bien sobre su legado, la derecha no se hubiera sentido tan cómoda durante tantos años.
El nuevo repertorio no solo tiene un divertido vals dedicado a Marcos Peña sino también un tango dedicado a Alberto Fernández: “Ya desde el resultado positivo de las PASO se notó su intención de realizar los cambios necesarios para agarrar esta papa caliente. Esto le permitió laburar desde el 11 de diciembre en un rumbo claro. Ya que haya restablecido los Ministerios sin dar vueltas, habla de que no le temblaba el pulso. Después se nos vino una pandemia encima, ahí no hay parámetro con el que se pueda medir y hacer un balance. Pero si tenemos en cuenta que las personas estamos respondiendo a las medidas porque logró trabajar por consenso, que existe un Ministerio de Salud, de Ciencia y Tecnología que permite llevar esto de la manera menos dolorosa posible, habla de contención. Eso habla de un buen presidente. Nadie se quiere imaginar esta situación conducida por el gobierno anterior”.
Yendo puntualmente a su rol de músicos, Novillo expresa sobre la cuarentena y el futuro: “Nos falta el vivo, extrañamos los acoples. Nuestros últimos tangos fueron escuchados por muchas personas pero es raro caer en la cuenta que aún nunca los hemos tocado de manera presencial los tres juntos. Ni siquiera existieron ensayos para probarlos. Creemos que esto nos modifica en muchos aspectos. Los aplausos vendrán en forma de comentarios por las redes, será tomado como coro cuando compartan el video y nosotros, como músicos, palparemos el resultado auditivo final desfasado del toque físico del instrumento. Habrá que acostumbrarse”.