Por Eliana Abril Magro
Durante la cuarentena aumentó el uso de dispositivos tecnológicos y redes sociales, y con ello, el índice de delitos a través de la web, tales como estafas electrónicas, suplantación de identidad y robo de datos. Sin embargo, uno de los más preocupantes es el grooming: el ciberacoso a niños, niñas y adolescentes, que va desde explotación sexual hasta la difusión de imágenes íntimas.
Solo durante el primer mes del aislamiento social preventivo y obligatorio por la pandemia de Covid-19 aumentaron un 80% los casos de explotación sexual infantil a nivel nacional.
Solo durante el primer mes del aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia de covid-19 aumentaron un 80% los casos de explotación sexual infantil a nivel nacional.
La estadística corresponde a los datos recabados por la Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticos (UFEDyCI), que en marzo de este año registró en Argentina un total de 2.692 casos, mientras que en abril fueron 4.879 y en mayo 4.175, lo que significó un aumento del 80% entre el primero y el segundo mes, y del 55% entre el primero y el tercero.
Hernán Navarro, fundador de la ONG Grooming Argentina, explicó que «el contexto del aislamiento se replica puertas adentro con los niños», es decir, en cada hogar prevalece el aislamiento digital con chicos y chicas refugiados en sus habitaciones con celulares, tablets, computadoras o juegos online en consolas de videojuegos.
Es fundamental el rol de los padres para advertir el peligro que los menores no ven. Cuando una persona le da, por ejemplo, una red social a un niño, le está dando una carga de responsabilidad de la que no tiene la capacidad de discernir y analizar todos los peligros.
Seis de cada diez menores hablan con desconocidos, y tres de diez se encontraron, alguna vez, en persona con alguien que los contactó por ese medio.
Seis de cada diez menores hablan con desconocidos, y tres de diez se encontraron, alguna vez, en persona con alguien que los contactó por ese medio. Otro dato alarmante es que, según el titular de Grooming Argentina, un niño solo tarda catorce minutos en desnudarse o semidesnudarse y enviarle una foto a un adulto.
Los «groomers», término con el que se conoce a estos pederastas, intentan ganarse la confianza de los menores a través de las nuevas tecnologías para propiciar un abuso sexual. Estos adultos se hacen pasar por menores para obtener imágenes y videos de índole sexual, ya sea con desnudos o actividades explícitas. Finalmente, suelen amenazar a la víctima para que continúe enviándoles ese material, y, en el peor de los casos, encontrarse en persona para realizar el abuso.
Un niño solo tarda catorce minutos en desnudarse o semidesnudarse y enviarle una foto a un adulto.
La temida deep web
Cuando se hace referencia a los delitos informáticos y actividades ilícitas, muchas veces resuena el término «deep web», que hace referencia a la web profunda, eso que está por debajo de lo que usualmente utilizamos en la red. Pero en realidad es todo lo que existe en la web que no está indexado a los buscadores. Allí existen foros, redes sociales e incluso correo (como TorMail u OnionMail). En principio, mucha gente se instala este tipo de buscadores para navegar de forma anónima, sin ceder sus datos a compañías, o en un intento de evitar la publicidad.
No todo lo que existe en la deep web es ilegal: allí también se alojan publicaciones científicas y material académico en general a los cuales no se puede acceder fácilmente. O se incurre en delitos menores, como el tráfico de libros, música, películas, videojuegos y más elementos que responden a derechos de autor que, en forma de piratería, se encuentran a menor precio o gratis.
Debemos tener en claro que no todo lo ilícito, como los delitos contra la integridad sexual, ocurren en la deep web o dark web, eso que a veces se ve tan lejano, sino también en Facebook, Twitter, Instagram y redes sociales en las que todos interactuamos, como la incipiente TikTok.
Tener un conocimiento sobre las posibilidades que ofrece cada red social, como vincular las cuentas, tener un perfil privado o público y aparecer o no en las búsquedas, constituye diferencias esenciales al momento de ser contactados por los groomers.
¿Cómo prevenirlo?
«El contexto de aislamiento es una oportunidad para las familias, para generar los diálogos necesarios, que es la base de todo, para ayudar a los chicos a que no sean víctimas de grooming y darles herramientas de prevención», sostiene Sebastián Bortnik, experto en seguridad informática y fundador de Argentina Cibersegura.
En cuanto a las herramientas, Bortnik explica que lo primero que hay que hablar con los niños es «que el grooming existe, describirlo, explicar las consecuencias y dejarles claro que cuidarlos del grooming no es limitarlos». «Tienen que saber que cuando están hablando con alguien, esa persona puede no ser quien dice ser, que cuando es alguien que no conocen fuera de las plataformas virtuales y les pide una foto o un video no lo tienen que hacer, que ahí deben hacer una pausa y, eventualmente, pedir ayuda», remarca.
¿Qué hacer ante un caso de ciberacoso?
Lo primero que hay que tener en cuenta es entender que los niños y adolescentes no son realmente conscientes de los peligros que existen en las redes, y que claramente no quisieron estar frente a esta situación. Por lo tanto, culpabilizar a la víctima nunca es una opción válida.
«No deben compartirse las imágenes y videos, porque constituye delito, sino que deben realizarse capturas de pantalla para realizar las correspondientes denuncias y contribuir, de este modo, a la investigación»
Si una persona encuentra algún perfil con este tipo de conductas, ya sea contacto de índole sexual con menores o difusión de fotografías, lo principal es no generar interacción y no comentar, ya que estaría llevando a bajar el perfil. «No deben compartirse las imágenes y videos, porque constituye delito, sino que deben realizarse capturas de pantalla para realizar las correspondientes denuncias y contribuir, de este modo, a la investigación», otro consejo de los especialistas.
¿Dónde se puede denunciar?
102 – Línea de atención a niñas, niños y adolescentes.
Grooming Argentina mediante WhatsApp: (11) 2481-1722.
GAPP – Aplicación gratuita que permite denunciar un caso de ciberacoso «en tiempo real». Disponible para Android e iOS.