El gobierno nacional oficializó la enmienda a la propuesta original para la reestructuración de la deuda ante la SEC norteamericana y fijó como fecha de cierre de la negociación el próximo 4 de agosto.
Tras conocerse la nueva propuesta, la «definitiva» según el gobierno, recibió el respaldo del Fondo Monetario Internacional, que se sumó al del G-20. Ambos organismos consideraron que la propuesta debería alcanzar un mayor nivel de adhesión que la original, que había quedado lejos de los márgenes que esperaba la Administración nacional.
Con un recorte de un año de plazo de gracia para comenzar a pagar los intereses de la deuda, y un número final de 53,5 dólares por cada 100 que recibió el país, que ubica la oferta unos 13.500 millones de dólares por encima de la propuesta inicial, el gobierno ya adelantó que cosechó adhesiones y que podría llegar a los números necesarios para activar las cláusulas de acción colectiva, que son del 66% de los bonistas para el caso de los bonos emitidos en la era Macri y del 75% para los del canje 2005.
Pese a la buena reacción que hubo el lunes frente a la nueva oferta, el titular de la cartera económica adelantó un previsible rechazo inicial de los fondos más intransigentes, entre ellos, el gigante BlackRock. «Esperamos que en los próximos días haya un comunicado en contra y después se tomen un tiempo para decidir. Hicimos el máximo esfuerzo dentro de lo que podemos cumplir», sostuvo el martes el ministro en declaraciones a Radio Con Vos, y destacó: «Nuestra intención es ponernos de acuerdo con BlackRock, no queremos confrontar».
«Por un lado hemos tenido acuerdos con un número de acreedores, hubo un diálogo constructivo, pero hay un grupo de inversores muy importante con el que no, y en un momento dejaron de negociar, plantándose en una situación que Argentina no podía sostener», explicó el funcionario.
«Transitamos un proceso complejo, y con esta oferta se cierra. Argentina muestra una gran voluntad de acordar, hicimos un gran esfuerzo. Básicamente, ahora la decisión está del lado de los acreedores», afirmó Guzmán.
Por otro lado, el martes también, el Fondo Monetario Internacional calificó la nueva propuesta como «un paso importante en el proceso de reestructuración de la deuda con los acreedores privados», y desde el organismo manifestaron: «Esperamos que todas las partes involucradas continúen trabajando de manera constructiva y oportuna con el objetivo de llegar a un acuerdo que coloque la deuda pública en un camino sostenible y establezca las bases para un crecimiento inclusivo y duradero en el futuro».
Más allá del apoyo recibido horas después de presentada la oferta, el gobierno de Alberto Fernández enfrentará a partir de ahora el presumible rechazo de los grupos más duros en la negociación, Ad Hoc (que integra BlackRock) y Exchange, mientras que con el resto la aceptación podría alcanzar los porcentajes necesarios.
Más allá del mejoramiento de la oferta por parte del gobierno, que pasó de 40 a 53,5 dólares por cada 100, la intención de esos grupos que tienen capacidad de bloquear la negociación quedó en 60.
La negociación continuará entonces hasta el próximo 4 de agosto, cuando se conocerá el resultado de la reestructuración que tuvo su propuesta inicial en el anuncio que encabezó el propio Alberto Fernández junto a los gobernadores el pasado 16 de abril.