Desde la edición de Bailaló -de 2011-, hasta ahora, pasó bastante más que cuatro años en la biografía de The Hojas Secas. «Parecemos otra banda», exagera el cantante Lucas Jauvet en relación a Vuelvo de madrugada, el tercer disco del grupo en diez años. Básicamente, en el lapso de tiempo muerto que cabe entre un mundial y otro, el quinteto cambió de baterista (entró Lautaro Pugliese, de Garuda) e invirtió en equipos valvulares, proyectando las guitarras de una manera diáfana y transformando sensiblemente su sonido. «Sobre todo cambió la fuerza que tenemos, Lautaro es bestial para tocar», dice Jauvet. «Pero también cambiamos nosotros, sobre todo».
Producido junto a Guillermo Ruíz Díaz, baterista de El Mató, Vuelvo de madrugada muestra el espectro musical cada vez más amplio de The Hojas Secas, siempre en torno a la canción. Es tan solo una primera entrega de siete canciones que se completará el año próximo con cinco más que todavía no llegaron a terminar. «Necesitábamos sacar algo, y si no hacíamos un disco corto no terminábamos más», dice el cantante.
«Siempre nuestra referencia es el indie platense»
En este disco por primera vez aparecen repartidos los créditos compositivos.
Sí, hemos madurado como músicos y todos estamos componiendo. Franco [Jauvet, bajista] cuando entró a la banda no sabía tocar nada y ahora hace canciones, letras, todo. Eso no sé si termina facilitando las cosas, de hecho tardamos más en hacer las canciones, pero salen más elaboradas.
En «Pelo mojado» giran hacia un perfil más pop, ¿eso fue buscado?
Eso es por componer de a muchos. Ahora hay mucha libertad y por eso los temas terminan siendo tan variados. De hecho no se repite ningún estilo: hay un rock and roll, una balada, un tema pop como ese, una chacarera, un vals. Quería que experimentemos con otras cosas. «Vampiros» es un tema re largo que mezcla varios estilos. Quería que suene medio ochentoso, aunque es difícil hacer el sonido de los 80.
En «Malambo de acero» cantás sobre el paso del tiempo, ¿es algo que te preocupa?
No, pero me llama la atención. Pasa el tiempo y es todo un camino recorrido, no solo en la música, sino en la vida: aparecen personajes nuevos, reaparecen otros que habían aparecido en la primera temporada, como pasa siempre en las series… Yo trato de mantener siempre lo mismo, pero es inevitable: todo va cambiando alrededor tuyo, todo.
¿Cuál creés que sea el principal valor de la música de Hojas Secas?
Por ahí las letras, porque las cantamos en primera persona y cualquiera se puede sentir identificado. No dice nada de otros planetas y eso, sino problemas comunes; nos gusta cantar sobre los problemas cotidianos, como hace Pity Álvarez. Eso al final te relaja un toque a la hora de rezongar.
Cuando empezaron tuvieron como referencia ineludible a los Strokes, ¿y ahora?
Siempre escuchamos a los Strokes. Escuchamos de todo en realidad, pero siempre nuestra referencia es el indie platense. Después internacional están los Rolling Stones, Led Zeppelin… Y sobre todo escuchamos mucho Queen antes de grabar este disco.
Este año la banda está cumpliendo diez años, ¿qué balance hacés?
No sé. Arrancamos en una época en donde no nos lo tomábamos tan en serio. Si hubiéramos hecho las cosas mejor hubiéramos sacado más discos o hubiésemos hecho más canciones, pero estoy conforme, no nos apuró nada. A lo mejor vos decís que en diez años tres discos es poco, pero nos encanta hacer música y todavía la seguimos haciendo.