Por Gabriela Calotti
Bajo el hashtag #QuedateEnTuCeldaGenocida, vecinos marplatenses reaccionaron rápidamente el viernes a la decisión judicial. «Alertas! Le dieron el beneficio del arresto domiciliario al genocida Etchecolatz. La decisión es del TPF 6 integrado por Uriburu, Costabel y Namer. NO se hará efectivo por ahora por otras causas», afirmaron en un tuit. Y agregaron en alusión a Etchecolatz que «sigue sin decir DÓNDE ESTÁN los 30.000 y Julio López».
En efecto, los jueces Sabrina Namer, Néstor Costabel y Rodrigo Giménez Uriburu decidieron otorgarle la prisión domiciliaria al represor que fue mano derecha del ex jefe de la Policía bonaerense Ramón Camps en el funcionamiento de una de las mayores redes de centros clandestinos de detención, tortura y desaparición de la dictadura cívico-militar (1976-83).
Los magistrados fijaron la residencia de Etchecolatz en la casa que este tiene en el Bosque Peralta Ramos, en las afueras de Mar del Plata. Tras conocerse la decisión, los vecinos del barrio volvieron a manifestar su repudio, el mismo que expresaron hace unos años cuando otro tribunal federal le había otorgado el arresto domiciliario al represor que, pese a ser condenado cuatro veces a cadena perpetua por delitos de lesa humanidad, pasó varios meses en esa casa.
Los jueces del TOF 6 esgrimieron «consideraciones eminentemente humanitarias», pues supuestamente contrajo covid-19, enfermedad de la cual ya está recuperado, y por su edad, 91 años. Etchecolatz cumple condena en el penal de Campo de Mayo.
A partir del 27 de octubre, él y otros dieciocho represores serán juzgados en La Plata por delitos de lesa humanidad perpetrados contra 429 víctimas en los llamados Pozo de Quilmes y Pozo de Banfield, dos de los veintinueve centros clandestinos de detención del llamado Circuito Camps. Ese juicio, que debía comenzar en 2017, tendrá lugar 44 años después de los delitos perpetrados en el marco del terrorismo de Estado. Frente al Tribunal Oral Federal Nº 1 de La Plata pasarán más de cuatrocientos testigos. El juicio se hará de forma virtual y presencial, con una audiencia semanal los días martes.
Entre los otros dieciocho acusados están Jorge Antonio Bergés, médico de la Bonaerense, y por primera vez estará Juan Miguel Wolk, ex jefe del Pozo de Banfield, que espera el debate en domiciliaria en Mar del Plata, sin ninguna condena, en una casa cercana a la de Etchecolatz. Serán juzgados por secuestros, torturas, asesinatos, abusos sexuales y apropiación de bebés.