En una nueva iniciativa para prevenir el tráfico de información nociva o falaz en los medios de comunicación masivos, la Defensoría del Público formalizó el lanzamiento de Nodio, un nuevo observatorio de medios dedicado a registrar, analizar y prevenir el caudal de informaciones y contenidos maliciosos y falsos en los grandes medios.
La formalización del lanzamiento contó con la participación de figuras de la política, las ciencias sociales y el periodismo, como la propia Lewin, el psicoanalista Jorge Alemán, la periodista María Seoane y la diputada bonaerense del Frente de Todos Florencia Saintout, entre otros. En su presentación, el Observatorio instauró como objetivos principales trabajar para la «detección y verificación de la información, en la identificación y desarticulación de estrategias argumentativas, la identificación de las operaciones de difusión y los sistemas de alertas».
«El discurso del odio, la desinformación y las noticias maliciosas promueven la polarización social y la violencia colectiva, avasallan el derecho a estar informado, degradan el debate público y amenazan la democracia», señaló Lewin en la previa de la disertación que ayer mantuvieron de manera virtual el director de Planificación Estratégica e Investigación, Glenn Postolski, el psicoanalista Jorge Alemán, la diputada Florencia Saintout, la investigadora Adriana Amado Suárez, el abogado especializado en política y derecho de la comunicación Damián Loreti y la periodista María Seoane.
«En un mundo como este, se hace cada vez más imprescindible ponerle un freno a esos discursos de odio. Esto no sucede solamente en Argentina o en las redes sociales, sino que lo vemos en el mundo entero, es el recrudecimiento del discurso de odio de la mano de las derechas. Donde la economía y la vida social se va centrando en la financierización, dejando millones de excluidos en el camino. Ahí hay un gran problema, porque es en esos excluidos donde el discurso de odio hace anclaje, sin argumentos, sin razón, y centrados en un sentido común construido que se autojustifica», expresó la diputada y ex decana de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, Florencia Saintout.
En esa línea se expresó también María Seoane, quien destacó que los observatorios son «grandes faros para generar alertas en la conciencia democrática». Y agregó: «Nosotros en Argentina estamos viviendo el impacto enorme de la híperconcentración de los medios y al mismo tiempo de los grandes gigantes de la información. Aquí observamos el desguace de la Ley de medios de la democracia y su tarea inconclusa, cuyo objetivo central era la desconcentración y evitar la manipulación de las audiencias».
Al igual que la tarea que inició la agencia Télam a través de la plataforma Confiar, centrada en desarmar noticias falsas y operaciones mediáticas vinculadas a la pandemia e informaciones sobre la covid-19, ahora la Defensoría del Público cuenta con este nuevo espacio para prevenir y alertar sobre el caudal de informaciones que ponen en riesgo la responsabilidad informativa ante las audiencias.
Cabe destacar que la propia Defensoría del Público es un espacio concebido como resultado de las pautas de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual N° 26.522 (mal llamada Ley de medios), como parte de la serie de medidas para garantizar la calidad y el contenido de las producciones periodísticas e informativas, y una protección hacia la población frente al carácter mercantil de las corporaciones mediáticas. Hoy, la ley sufre las consecuencias del desmantelamiento que la gestión gubernamental de Cambiemos intentó llevar adelante mediante decretos que favorecieron a los grandes grupos mediáticos.