Un juez, un nieto recuperado, una Abuela de Plaza de Mayo y un funcionario coinciden en que La Nación busca generar el clima propicio para que a la Argentina regrese la impunidad. Es que, en la última semana, el matutino autoproclamado Tribuna de Doctrina retomó sus críticas al proceso de Memoria, Verdad y Justicia por el que desde 2006 se juzgan los crímenes de lesa humanidad cometidos en la dictadura civico-militar.
En tres editoriales, publicadas los días 16, 19 y 24 de agosto, el diario promueve la “reconciliación”, considera los juicios a los represores como episodios de “venganza”, reivindica las anuladas leyes de Obediencia Debida y Punto Final y los indultos, y plantea un regreso a la teoría de los dos demonios, esa que proponía como asesinos tanto a los genocidas como a los desaparecidos. Se trata de las notas “Memoria y reconciliación”, “Reconciliación, indultos y amnistía” y “Justicia y condena: una frase con sed de venganza“, que tienen un evidente único objetivo.
El contexto no es casual: Argentina encara un proceso de recambio presidencial. Y en el horizonte de la familia Mitre, involucrado junto a los militares en el robo de Papel Prensa, aparece la posibilidad de la imposición de un nuevo pliego de condiciones. Bajo esas palabras esconden su intención de condicionar o imponer un corte al proceso al que, más tarde o más temprano, serán incorporados los cómplices civiles.
A propósito de esos tres artículos, el presidente del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1, Carlos Rozanski, el nieto restituido y diputado nacional kirchnerista Horacio Pietragalla, la vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Rosa Roisimblit, y el secretario de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, Kibo Carlotto, desandan la línea editorial que busca reimplantar la impunidad de los dictadores y sus cómplices civiles.
Carlos Rozanski:
“No tengo la menor duda de que en este momento hay una fuerte campaña para poner fin a los juicios, para lograr prisiones domiciliarias y finalmente eventuales indultos. Es absolutamente imposible lograr indultos o amnistías sobre delitos de lesa humanidad en Argentina, porque el país forma parte del Sistema Internacional de Derechos Humanos, específicamente el Interamenricano. Es decir, Argentina no podría hacer lo que está pretendiendo directa o indirectamente La Nación, porque eso sería ilegal para el sistema en el que el país está inserto.
«Hay una fuerte campaña para poner fin a los juicios, para lograr prisiones domiciliarias y eventuales indultos.»
En segundo lugar, la pacificación tiene que ver con cuatro palabras clave: verdad, justicia, reparación y memoria. Esa es la receta más transparente en la democracia para lograr la reconciliación. Es evidente que hay una fuerte campaña desde hace tiempo, que comenzó con una reunión con (Ricardo) López Murphy hace dos años. El proceso del terrorismo de Estado que vivió la Argentina tuvo un proyecto económico. Y para la instalación del modelo neoliberal que iban a instalar, y ante la oposición que iba a generar, se diseñó la respuesta: secuestro, tortura, desaparición y muerte. Ese fue el origen del terrorismo de Estado: proyecto económico con intereses económicos detrás.
Los juicios a las juntas fueron acompañados con Obediencia Debida, Punto Final e indultos, es decir que la impunidad fue absoluta hasta hace nueve años, cuando recomenzó el proceso verdaderamente judicial. Argentina tardó 35 años en comenzarlo, y por sus características es único en el mundo, porque no claudica en el reclamo de los organismos de derechos humanos.
Una cosa muy importante que hay que resaltar tiene que ver con la mención que hace el editorial a las presiones a los jueces. Con los jueces Mario Portela y Roberto Falcone fuimos presionados por La Nación en dos editoriales específicos antes de que terminemos el juicio por el Circuito Camps (Ndr: en el que estaba siendo juzgado el civil Jaime Smart), y por esa presión denunciamos penalmente al diario. La presión más fuerte que existe a la Justicia son de parte de este tipo de editoriales, que son agraviantes, falaces y ofensivos y que buscan la impunidad.
Existe una relación directa entre la impunidad y el mantenimiento de un proyecto económico que fue el que dio lugar al terrorismo de Estado. ¿Quién se opone a la reconciliación? Nadie, pero antes hay que juzgar a los criminales. Y cuando la sociedad decide que va adelante con la justicia, ningún proceso económico lo puede frenar. Es una sociedad la que reclama que no exista impunidad. Esto trasciende a un gobierno. Es la sociedad la que está conforme con avanzar.”
Horacio Pietragalla:
“Es una barbaridad. Creo que (La Nación) está apostando a generar algún tipo de gestión en el panorama que viene a futuro con el cambio de gobierno, de hacer algún planteo con estos temas que para mí son en sepia, porque el avance que tuvimos y cómo hoy nos mira el mundo en materia de derechos humanos no tiene retroceso.
Es terrible leer los comentarios de la gente que comenta estos editoriales. Buscan medir con la misma vara y quieren que juzguemos a militantes políticos que hoy no están. Porque ellos tuvieron la posibilidad de juzgarlos y los asesinaron, los torturaron, les robaron los hijos. Hoy estamos transformando ese infierno en algo muy democrático y con todas las garantías. Porque también mienten cuando dicen que es una cacería o que es perverso el proceso que se está llevando adelante, porque hay setecientas personas procesadas que todavía no fueron condenadas. Eso habla de que tienen todas las garantías en estos juicios.
Nosotros tenemos un piso en políticas de derechos humanos que es lo que estamos viviendo hoy. Tenemos que avanzar en lo que fue la responsabilidad civil en la complicidad con la dictadura, que sabemos que fueron los que mentaron, los que generaron y se favorecieron con el modelo económico que se instaló y dejó muchos desaparecidos con vida. Lo dijo Cristina: Videla fue enterrado como NN y Martínez de Hoz con nombre y apellido. Eso es una imagen muy clara.
«Tenemos que avanzar en lo que fue la responsabilidad civil en la complicidad con la dictadura.»
Tenemos que darle la posibilidad a nuestra democracia de que no sólo los militares sean a quienes se recuerde como partícipes en ese golpe de Estado, sino que se pueda sentar en el banquillo a los Blaquier, a los grandes responsables que se favorecieron siendo cómplices en ese momento y que hoy tienen mucho más poder a causa de ese beneficio. Esos son los que nos embisten y quienes escriben también esos editoriales.”
Rosa Roisimblit (vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo):
“Ellos (los represores) ahora en los juicios tienen todos los derechos: a tener abogados, a poner testigos. Pero ¿qué derechos tuvieron nuestros hijos? Ninguno: los desaparecieron. Nosotros no buscamos venganza, buscamos solamente justicia. Tienen derecho a juicio. ¿Cuándo pasó eso con nuestros hijos?
«Ellos tampoco quieren reconciliarse, si nunca pidieron perdón, nunca reconocieron lo que hicieron.»
No queremos reconciliarnos porque no estamos peleando con nadie, sino que estamos pidiendo, rogando, exigiendo lo que era más querido, que son nuestros hijos y nuestros nietos. No nos estamos peleando con nadie, así que ¿por qué tenemos que reconciliarnos? Ellos tampoco quieren reconciliarse, si nunca pidieron perdón, nunca reconocieron lo que hicieron. Al contrario, en los juicios he escuchado decir alguna vez que si se les presentara la ocasión repetirían lo que hicieron.”
Kibo Carlotto:
“Hablar de reconciliación entre los argentinos no reviste ningún problema. Pero poner en igualdad de condiciones a quienes fueron asesinados, torturados, arrojados al río, con aquellas personas que perpetraron esos crímenes no es hablar de reconciliación. Me da la impresión de que están hablando de otra cosa que creo que apunta a instalar el tema de indultos o perdones que no está bajo ningún punto de vista en las intenciones de Daniel Scioli ni el Frente para la Victoria. No sé qué piensan (Mauricio) Macri o (Sergio) Masa.
Es malintencionado correr el eje y retroceder treinta años, es parecido a los grupos nazi que niegan el holocausto judío. Las pruebas a la vista están, está documentado, hay confesiones de ellos mismos. Y utilizan el viejo truco de querer comparar el terrorismo de Estado con un supuesto terrorismo guerrillero. Es una mentira. Fueron delitos cometidos con todo el aparato del Estado, utilizando toda su estructura.
«Los derechos humanos no son una cosa pasajera, sino que se han incorporado al genoma argentino.»
Eso es volver a la teoría de los dos demonios, que es inaceptable. No hubo dos demonios ni fueron unos militares loquitos que cometieron errores y excesos. Esto es lo que quieren esconder y por casualidad lo quieren esconder en momentos en que comienzan a aflorar las posibilidades concretas de juzgar a los civiles cómplices. Cuando fueron los militares los juzgados, no abrían la boca.
Los derechos humanos no son una cosa pasajera o momentánea, sino que se han incorporado al genoma de los argentinos. Siempre plantean que hay que cerrar las heridas del pasado. Y yo estoy de acuerdo, pero hay infección, entonces así no se puede cerrar una herida.»
LINKS a las notas de La Nación (en orden de publicación):
http://www.lanacion.com.ar/1819682-memoria-y-reconciliacion
http://www.lanacion.com.ar/1820882-reconciliacion-indultos-y-amnistias
http://www.lanacion.com.ar/1821680-justicia-y-condena-una-frase-con-sed-de-venganza