Antes de firmar el dictamen la semana próxima, diputados y diputadas continuaron en el plenario de comisiones de Legislación General, Legislación Penal, Mujeres, Géneros y Diversidad y Salud el debate por la legalización del aborto que se espera sea tratado la semana próxima en el recinto.
De todos los colores políticos, diputados y diputadas brindaron sus argumentos tanto a favor como en contra. Según establecieron las presidencias de las comisiones, el miércoles 9 se hará de forma presencial la firma del dictamen, mientras que el 10 se trataría en el recinto bajo una modalidad semipresencial, según podría resolverse en las últimas horas en Labor Parlamentaria.
Por la mañana, la legisladora salteña del Frente de Todos Verónica Caliva resaltó que «cuando las pobres deciden abortar quedan en riesgo de vida», porque «deben hacerlo en la clandestinidad absoluta, con el tallo de perejil o los métodos más crueles que encuentran», por lo que destacó que «el Estado tiene la responsabilidad de acompañar a las mujeres más vulneradas».
Del mismo bloque, Leonardo Grosso resaltó el tratamiento de la iniciativa: «es un capítulo más de una larga lucha de los feminismos en nuestro país, que empezó hace mucho tiempo». El legislador manifestó que el debate no es «aborto sí, aborto no», sino que «si los abortos siguen realizándose en la clandestinidad o si los abortos se hacen en forma segura en el sistema de salud pública».
La diputada del Frente de Izquierda Romina Del Plá destacó que «este debate tiene una urgencia y una necesidad absoluta», al tiempo que pidió también una Educación Sexual Integral (ESI), que «sea laica y científica». «No es real que aborto no y educación sexual sí», destacó.
«No es real que aborto no y educación sexual si»
Romina del Plá
En contra se manifestó el diputado del Frente de Todos de San Luis Karim Alume Sbodio, quien cuestionó la letra chica del proyecto, puntualmente en el artículo 17, «que mantiene la penalización de la mujer» luego de la semana 14. En ese sentido, señaló que «se mantiene al Estado en el rol inquisitorio» en lugar del «rol asistencial», que es el que se requiere cuando se refiere al «acceso al derecho de salud».
Por la tarde, una de las voces en contra fue la de la diputada macrista Dina Rezinovsky, quien se define como «militante provida» y evangélica, por lo que comenzó defendiendo a su religión. «No he visto nunca a una familia que haya salido adelante por la ayuda de la política, pero sí los he visto salir adelante por la ayuda de Dios», comenzó diciendo. Para Rezinovsky, «existe el aborto porque hay mujeres que lo promueven», y «si es clandestino es porque hay sectores que reparten pastillas e instructivos para que las mujeres se lo hagan».
A favor habló la diputada macrista Silvia Lospennato, quien celebró que «un presidente que no es de mi fuerza política haya tomado el compromiso con las mujeres y la decisión de enviar este proyecto de ley para hacerse cargo de este problema de salud pública».
Lospennato, que tuvo un rol protagónico en el debate de 2018, destacó que no se logró «sancionar la ley pero sin dudas que no perdimos. Las mujeres no perdimos con el debate del 2018. Las mujeres ganamos, porque el aborto, socialmente, está despenalizado».
«Las mujeres ganamos, porque el aborto, socialmente, está despenalizado»
Silvia Lospennato
Asimismo, resaltó la lucha de los movimientos feministas, puntualmente de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, con el pañuelo verde en la muñeca. «Este pañuelo representa nuestra lucha y también nuestra esperanza, simboliza nuestro dolor por las muertes, pero también nuestra alegría por las vidas que podremos salvar si aprobamos esta ley», sostuvo.
«Este pañuelo no obliga a nadie a seguir un plan de vida que no elija, en este pañuelo está la historia de la lucha de los feminismos, pero también está el futuro de mujeres con autonomía para planificar su vida como ellas lo decidan. Levantemos nuestros pañuelos», concluyó.
Una de las voces en contra más fuertes fue la de la diputada de Consenso Federal Graciela Camaño, quien insistió en plantear el «derecho a la vida» y destacó que «adentro del vientre de la mujer hay vida» y «la mujer que aborta sabe que ahí hay vida», por lo que consideró el aborto como «trágico» para las mujeres. «Yo advierto que se pretende, desde una suerte de redefinición del feminismo, instalar la idea que solo se es feminista si se defiende el derecho al aborto, y muchas militamos el derecho a la vida del niño por nacer», cuestionó.
«A esta mujer, que hoy está presidiendo acá este debate, a los dieciséis años le pasó»
Las palabras finales fueron de la diputada Cecilia Moreau, que como titular de la comisión cabecera, Legislación General, fue quien encabezó esta semana el plenario de comisiones y decidió cerrar contando una experiencia personal en un emotivo discurso. «A esta mujer, que hoy está presidiendo acá este debate, a los dieciséis años le pasó. Me falló el método anticonceptivo. Una relación de afecto, dieciséis años. Yo tomé la decisión de interrumpir ese embarazo. Y la tomé completamente consciente de lo que estaba haciendo. Yo era una nena que quería tener una vida en aquel momento. Soñaba con ser médica, con militar, con viajar, con vivir un montón de cosas que hasta ese momento no había vivido», relató.
«Tuve la suerte de poder hablarlo con mi mamá. Sin miedo. Y que con mi decisión, consciente y responsable, mi mamá me acompañase en esa decisión. Pero también tuve la suerte de que tenía los medios económicos y los métodos como para llegar a un consultorio, en el barrio de Recoleta, un sábado a la mañana», continuó.
«En aquel momento no había misoprostol. Hoy el 93 % de los abortos son medicamentosos. Y fui, había un médico, un anestesista. Había un lugar seguro. Tenía la plata. Treinta mil pesos creo que era en ese momento, una barbaridad. Y también me pasó en mi colegio, el Nacional de San Isidro, he vivido situaciones de compañeras que no tuvieron la posibilidad que tuve yo de acceder a un aborto más seguro. Y esas compañeras tuvieron que vivir situaciones traumáticas», recordó Moreau.
«A mí no me pesa el embarazo que interrumpí. Al día de hoy, lo que me sigue pesando es el miedo y la clandestinidad»
Cecilia Moreau
«Yo tengo una hija, que es lo que más amo en la vida, y cuando tomé la decisión de maternar fue a conciencia, la decisión que más feliz me hizo en mi vida. A mí no me pesa el embarazo que interrumpí, al día de hoy, lo que me sigue pesando es el miedo y la clandestinidad, el miedo que sentí, siendo una nena, sintiendo que estaba haciendo algo que estaba prohibido, sintiendo que podía ir presa por lo que estaba haciendo, porque en definitiva estaba tomando una decisión sobre mi propia vida también», sostuvo.
En este marco, la diputada llamó a sus pares a que acompañen el proyecto. «Y en el caso que les pase lo que me pasó a mí, a muchas, tienen que tener la certeza de que no tienen que tener miedo, miedo a hablar, miedo a poder decidir qué hacer, miedo a poder charlarlo con nosotros sus padres, miedo, en definitiva, a tomar una decisión que te puede llevar a que si no lo hacen contenidas, acompañadas, cuidadas por el Estado, por su familia, les puede sacar la vida», sostuvo.