El gobierno nacional canceló 315 millones de dólares de la deuda tomada por la Administración de Mauricio Macri en 2018 en el marco del stand by firmado con el organismo internacional en medio de la crisis cambiaria que comenzó en marzo de ese año.
En este caso, se trata del primero de siete vencimientos que debería afrontar el gobierno de Alberto Fernández y que totalizan unos 14.850 millones de dólares en todo 2021, entre capital e intereses de la deuda, aunque por el momento continúa negociando con el Fondo para estirar los plazos.
Según trascendió en los últimos días y tal como lo adelantó el propio presidente en su exposición en el Foro de Davos, las conversaciones con el FMI están encaminadas y su ministro de Economía, Martín Guzmán, anticipó que el objetivo es lograr un nuevo acuerdo antes de mayo de este año, fecha en que enfrenta otro vencimiento grande con el Club de París. Un eventual acuerdo previo con el Fondo daría la posibilidad de renegociar también el vencimiento de 2.400 millones de dólares con el Club de París.
El gobierno argentino apuesta a estirar los plazos de pago, que podrían llegar a diez años y un período de gracia con desembolsos que comenzarían en 2025, durante la próxima gestión.
Los pagos al FMI se realizan con normalidad, aunque la prueba más importante se espera para septiembre, con el primer vencimiento de capital del acuerdo stand by que firmó Macri con Christine Lagarde en 2018.
En noviembre del año pasado, el ministro Guzmán había anunciado que durante la visita de los representantes del Fondo que llegaba en los primeros días del mes presentaría el pedido para acceder a un programa de «facilidades extendidas», que para el caso argentino implica estirar en el tiempo los desembolsos para la cancelación de los 44.000 millones de dólares que hasta 2019 giró el FMI.