Ramiro Argoña es el vicecónsul de Bolivia en La Plata y participó de la jornada de apertura de los congresos de Comunicación Popular y de Comunicación y Ciencias Sociales en América Latina. Fue parte del panel “Acciones migrantes, hechos y derechos en la política”. En ese marco, conversó con Contexto sobre el proceso popular que lleva adelante Evo Morales:
El Estado y los procesos populares
Todas las formas estatales que se venían dando no resolvían las problemáticas de los pueblos indígenas. Son muchos años de resistencia y de búsqueda de construir algo distinto. Y ahora se ha dado una acumulación de fuerzas importantes que ha permitido que eso se exprese, primero, en la expulsión del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y, después, en la construcción de este nuevo Estado.
El Estado y las organizaciones sociales
Las organizaciones sociales son las primeras en proponer otro tipo de Estado, que lo venían trabajando con las organizaciones indígenas originarias, y son las que fuerzan una asamblea constituyente. Frente al Estado nación y la negación de la pluralidad, se propone el Estado Plurinacional como afirmación de la diversidad, de la libertad cultural, etcétera. Y estamos ahora en la construcción de este nuevo Estado, que supone desmontar toda la estructura colonial.
La construcción del nuevo Estado
Sin embargo, eso tiene sus avances y sus complicaciones, y sus retrocesos también. Y sus dificultades, porque de una u otra manera, en estos doscientos años, el Estado colonial se ha internalizado tanto en las personas que es difícil pensar en un Estado distinto, otra institucionalidad. Esa es la lucha que hay que dar cotidianamente. Andamos en eso. Pero lo sintomático es que esta emergencia popular en Bolivia va a tono con otros procesos que surgen con mucha fuerza en América Latina, en Argentina, Brasil, Ecuador, etcétera.
La relación de este nuevo Estado con los disensos
Es que este Estado nuevo tiene que funcionar con eje en la participación social, y la participación, con una herencia colonial tan fuerte, a veces es bastante complicada, porque se dan excesos. El poder es como es, perverso, y hay que tener mucha convicción ideológica y voluntad para no caer en las tentaciones y en la reproducción de eso que se quiere olvidar. Es la pelea de hoy. Descolonizarse: es más fácil decirlo que hacerlo.
La función de la comunicación popular
Como en todas partes, los medios están en manos de los que tuvieron el poder siempre. Eso nos ha llevado, más que nada, a profundizar los procesos de comunicación popular, a los medios comunitarios, a los medios alternativos, para que el pueblo pueda expresarse mejor y tenga más voces. La comunicación popular, de la que toma posesión el pueblo, es la que se intenta fortalecer.
Los medios privados
Sin embargo, los medios privados tienen una fuerza enorme. Por ejemplo, hace unos años tuvimos la posibilidad de discutir una nueva ley de comunicación, inspirándonos un poco en el modelo argentino, pero tuvimos desde dentro de nuestro movimiento un intento de romper con el surgimiento de estos medios populares, limitándose solamente a un nuevo reparto de licencias y frecuencias. Y tuvimos que dar la pelea interna para hacerles entender que era una ley concebida desde el neoliberalismo. Por suerte logramos romper esa lógica y que se reconozcan cuatro tipos de medios: privados, públicos, comunitarios e indígenas/campesinos.