Por Leandro Gianello
El estudiante Rafael Cobo, alumno de la carrera de Psicología y oriundo de la ciudad de Tandil, fue herido de bala el sábado pasado cuando un integrante de la Policía Local platense, presuntamente alcoholizado, sacó su arma reglamentaria dentro de un centro cultural en donde se llevaba a cabo una fiesta. En diálogo con Contexto, Ruth Cobo, tía de Rafael, indicó que su sobrino, aunque se encuentre en franca mejoría y ya le hayan retirado el respirador artificial, “continúa siendo un paciente de riesgo”.
El disparo que hirió a Rafael salió del arma de un oficial que se encontraba en el local con su pareja, también policía local, cuando comenzaron a discutir. En ese momento el hombre disparó varias veces con una 9 milímetros a la multitud. Una bala impactó en el tórax de Cobo. El estudiante de la Universidad Nacional de La Plata, de 26 años, debió ser derivado en forma urgente al Hospital San Martín para ser sometido a una primera intervención quirúrgica por las graves lesiones que habían recibido su pulmón, hígado y estómago.
Ayer había sido nuevamente operado para estabilizar su salud, que continúa evolucionando en forma positiva, pero aun así no puede considerarse que se encuentre totalmente fuera de peligro. De cualquier manera, los familiares señalaron que la segunda operación fue exitosa, y que los médicos que intervinieron indicaron que salió bien, no hubo hemorragia y resta ahora esperar su mejoría en el área de terapia intensiva del hospital.
Mientras tanto, Ruth Cobo destacó el apoyo que recibió a través de instituciones como la Asociación Miguel Bru, la Comisión Provincial por la Memoria y las diferentes secretarías de derechos humanos de las Facultades de la Universidad Nacional de La Plata.
“Estamos en contacto con las diferentes asociaciones y con algunos referentes judiciales”, explicó Ruth, y agregó que lograron “una audiencia con los fiscales” para avanzar con la causa, caratulada como homicidio en grado de tentativa.
“Estamos en contacto con las diferentes asociaciones y con algunos referentes judiciales”, explicó Ruth, y agregó que lograron “una audiencia con los fiscales” para avanzar con la causa, caratulada como homicidio en grado de tentativa.
“Rafael está consciente” y quiere justicia, dijo Ruth, pero ahora “lo que nos preocupa como familia es su salud, luego avanzaremos con las medidas, ya que desde la fiscalía nos indicaron que no había urgencia” porque los testimonios están, y los acusados permanecen detenidos.
Los fiscales están fuertemente determinados a conseguir que los culpables del hecho “no vuelvan a ejercer como policías, pero para lograr eso de forma contundente necesitamos que se acerquen a declarar aquellos que fueron testigos del suceso”, especialmente los que presenciaron las discusiones previas, concluyó la tía de Rafael.
“Queremos que no vuelvan a ejercer como policías, pero para lograr eso de forma contundente necesitamos que se acerquen a declarar aquellos que fueron testigos del suceso.”
El lunes por la mañana, diversas organizaciones sociales realizaron una marcha bajo el lema “Basta de Gatillo Fácil” para reclamar en las puertas de la Fiscalía General de la Provincia de Buenos Aires por el pronto esclarecimiento y el castigo a los culpables.
A su vez, la Universidad Nacional de La Plata se solidarizó con el joven baleado mediante un comunicado y condenó la violencia ejercida desde la institución, señalando que «la comunidad universitaria de la UNLP, y especialmente la Facultad de Psicología, manifiestan su más profundo rechazo y preocupación frente al terrible episodio de violencia”.
El texto insta a los poderes públicos “a impulsar medidas para evitar que estos gravísimos hechos de violencia institucional se reiteren”, y reclama al Poder Judicial “que sancione a los responsables».
«La UNLP se solidariza y acompaña a la familia y amigos de Rafael, y se pone a su entera disposición para todo aquello que requieran en este duro trance», concluyó el escrito oficial.
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