En el cuarto aniversario de la desaparición de Johana Ramallo, el Ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad de la provincia realizó un homenaje en Palo Blanco, Berisso, donde fueron encontrados los restos de la joven platense. Desde allí, la ministra Estela Díaz anunció que el barrio en Melchor Romero levantado por las mujeres que participaban en el programa Ellas Hacen, entre ellas Johana, será reconstruido.
«Cuando Johana desaparece gobernaba un proyecto neoliberal que no solo no acompañó, no escuchó, no hizo nada para que haya justicia y verdad por el femicidio de Johana, sino que también el contexto de recortes de derechos, de oportunidades, de espacios de contención, fueron parte de las condiciones que llevaron a la vulnerabilidad en la que se encontró Johana», dijo Estela Díaz al recordar la desaparición de la joven.
El acto estuvo encabezado por Díaz en compañía de la madre de Johana, Marta Ramallo; la subsecretaria de Políticas contra las Violencias por Razones de Género, Flavia Delmas; y el intendente de Berisso, Fabián Cagliardi.
La ministra destacó que tanto Marta como Johana, en el marco de su participación en el programa Ellas Hacen, «estaban construyendo un sueño, que era el de construir su casa con sus propias manos, generar un oficio, y la destrucción de ese proyecto no solo destruyó el sueño de la casa, sino que también se llevó en ese camino la vida de Johana».
Díaz pidió memoria, verdad y justicia por Johana y destacó que tanto su Ministerio como todo el Gobierno de Kicillof «trabajan para la reparación». En ese marco, anunció que «aquel barrio en Melchor Romero, en la ciudad de La Plata, que ese mismo proyecto neoliberal dejó que saqueen, rompan y destruyan, es un barrio que vamos a reconstruir y que también nos va a ayudar a seguir teniendo siempre presente la memoria de Johana. Va a ser un barrio para las mujeres que son víctimas de violencia por razones de género».
«Es una diferencia enorme, que tiene que ver con un Estado presente, solidario, que acompaña y que trabaja para que no haya víctimas por razones de género», sostuvo la ministra. «Ese barrio que tenía asignada una casa para Johana Ramallo en Melchor Romero muy pronto va a empezar la obra para que ese también sea un lugar que muestre cómo construimos una política que repara, que da derechos», agregó.
Johana desapareció el 26 de julio de 2017 en 1 y 63, conocida como la zona roja de La Plata, a solo diez cuadras de la Gobernación. Desde ese día, su madre Marta comenzó un largo camino de lucha en busca de saber qué pasó con su hija, quien se presume que fue víctima de una red de trata que opera en la ciudad. En mayo de 2019 se confirmó que los restos encontrados ocho meses antes en Berisso coincidían con el ADN de Johana. Al día de hoy, no hay imputados ni detenidos en la causa.
«A nuestras vidas también se las llevaron ese maldito 26 de julio, cuando un Estado estuvo ausente mucho antes de la desaparición de Johana. Un Estado que la dejó a la deriva sacándola del Ellas Hacen, sacándole los sueños que ella tenía que cumplir: su casa propia, una capacitación de género, terminar el FinEs, y cuántas cosas más», dijo durante el acto Marta Ramallo, quien destacó que «no es solo Johana: hubo un Estado que se llevó a muchísimas Johanas».
«Cuando a mí me devolvieron los restos de mi hija, me devolvieron los restos de los sueños sin cumplir de Johana», sostuvo. Pidió «un Estado presente» y recordó que para «todas las víctimas de femicidio hubo un Estado ausente». En este marco, pidió «que se comprometa el Poder Judicial» con el pedido de justicia. «Me quiero ir de este mundo cruel con una justicia para Johana, con una justicia para todas nuestras Johanas que el Estado desamparó. Por todas nuestras Johanas que un Poder Judicial se cagó en su memoria», sostuvo.
«Por Johana y todas nuestras Johanas, por todas nuestras pibas víctimas de femicidio, de trata y feminicidio, hoy estoy en pie», concluyó.
A su turno, Flavia Delmas destacó la importancia de realizar «un acto de memoria, de reparación, de justicia, la justicia que tanto nos falta».
«Todavía nos hace falta mucho para reconstruir la verdad, nos hace falta mucho camino. El Ministerio está totalmente empeñado en encontrar esa verdad, comprometido en buscar y encontrar esa verdad», destacó Delmas, quien agradeció a «todos, todas y todes quienes no pararon un día en pedir justicia».
«Desde el corazón digo Nunca Más. Tenemos que comprometernos fuertemente para el Nunca Más, porque lo construimos de manera colectiva. Esto que nos enseñaron las Madres, las Abuelas, los Hijos y los familiares. Johana Ramallo, ahora y siempre».
El Ellas Hacen y el anuncio de una reparación histórica
Fue este medio el que dio a conocer la situación en 2017 sobre el Ellas Hacen en La Plata. Dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, el programa llegó a La Plata en 2013, tras la inundación del 2 de abril. No estaba enfocado solo en la autoconstrucción, sino que brindaba contención a mujeres en situación de vulnerabilidad, generando además oportunidades de empleo y formación de la mano de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT). Marta y Johana Ramallo formaban parte de este grupo.
Las mujeres construyeron 142 viviendas durante un año y medio en un predio cercano al Hospital de Melchor Romero que fue donado por el Ministerio de Salud de la provincia. Con la llegada de Cambiemos al poder y de Carolina Stanley al Ministerio, a finales de 2015 comenzó a haber falta de materiales, y a principios de 2016 las mujeres fueron retiradas de la construcción, al igual que los capacitadores, y las obras se paralizaron por completo. Asimismo, fueron desmantelando las otras herramientas que brindaba el programa: atención psicológica, guardería, asesoría jurídica, entre otras.
Muchas de las viviendas estaban terminadas, ya listas para ser entregadas, pero, abandonadas desde 2015, fueron saqueadas y tomadas en numerosas oportunidades. Mientras tanto, las mujeres que las construyeron encabezaron numerosas marchas y asistieron a audiencias sin resultado alguno. Hoy se encuentran viviendo de prestado, afrontando alquileres impagables o en contextos de violencia de los cuales no pueden salir.
