La inflación de julio volvió a marcar una leve baja con respecto al mes anterior, y se ubicó en el 3 %, el registro más bajo del año. A pesar de la reducción, el índice continúa en niveles altos, y en lo que va del año acumula un alza del 29,1 %.
En términos interanuales, el índice que elabora el INDEC tuvo en julio la marca más alta desde enero de 2020, llegando al 51,8 % en un año. Para los meses que quedan de 2021 se espera que la inflación continúe reduciéndose de a poco, pero aún con un promedio alto. Según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado que elabora el Banco Central sobre consultoras privadas, el promedio para los cinco meses que quedan es de 2,8 % mensual, para cerrar el año con un índice de precios al consumidor (IPC) interanual del 48,5 %. De cumplirse el pronóstico, negativo aún y en medio de una pandemia, todavía sería más bajo que el registro del último año del macrismo, cuando cerró en 53,8 %.
Según el informe del INDEC, en julio las subas volvieron a estar determinadas por el aumento del precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas, que tuvieron la mayor incidencia sobre el promedio general en todas las regiones del país. Con un 3,4 % de incremento, el segmento volvió a ubicarse por encima del IPC general, y, según el organismo estadístico, la suba se explicó por el aumento en los bloques de verduras, tubérculos y legumbres; café, té, yerba y cacao; aceites, grasas y manteca; leche, productos lácteos y huevos; y azúcar, dulces, chocolate, golosinas, etc.
Desde el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) advirtieron sobre ese aspecto que «habrá que ver si se produce una reducción de la inflación del rubro. Ni combustibles ni el tipo de cambio deberían ser motores de posibles incrementos futuros». «Sin embargo, se ha observado que, en lo que va del 2021, los aumentos se han disociado del incremento de costos. Es decir, ni los aumentos de luz, gas, combustibles, ni la variación del tipo de cambio, explican el 30,7 % de inflación del rubro este año», consideraron.
Además, remarcaron que «cada uno de estos componentes han sido utilizados alternativamente como excusa para la remarcación del sector oligopólico cuyo objetivo fue la recomposición de la tasa de ganancia».
En el marco del receso invernal, los rubros culturales, recreativos y asociados al turismo fueron los que mayores aumentos tuvieron en el mes. Restaurantes y hoteles (+4,8 %) fue el segmento que más subió en julio. Recreación y cultura (+3,1 %) y, en menor medida, transporte (+2,3 %), también estuvieron asociados a las subas por turismo.
El segundo rubro que más aumentó fue el de salud, con un 3,8 %, determinado por las subas en productos medicinales, artefactos y equipos para la salud, y para los próximos meses se espera que las subas en este rubro estén determinadas por el precio de las prepagas, que ya tienen aumentos previstos del 9 % en agosto, septiembre y octubre.
