En medio de un escándalo mediático por la malograda puesta en escena de “épica”, Mauricio Macri se presentó ante la Justicia en la ciudad de Dolores, en el marco de la causa por presunto espionaje ilegal a familiares de víctimas del ARA San Juan. Tal como lo solicitó su defensa frente al juzgado, el presidente Alberto Fernández relevó al exmandatario del deber de confidencialidad de secretos de Estado, maniobra que reconoce de manera implícita que hubo tareas de inteligencia en la causa.
“Es una medida dilatoria de la defensa de Macri. Y significa que, para declarar, hay que hablar necesariamente de tareas de inteligencia”, indicó la abogada Graciana Peñafort, consultada por Contexto respecto del pedido de la defensa de Macri. Durante la jornada de este jueves, la defensa exigió que se le solicite al presidente Fernández que releve a Macri del deber de confidencialidad de secretos del Estado, mecanismo que los abogados del ex jefe de Estado consideraron pertinente para que pueda declarar sobre asuntos de inteligencia.
En principio, al iniciarse la indagatoria al exmandatario se argumentó que la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) no había relevado a Macri de guardar secreto, con lo cual se veía imposibilitado para declarar. No obstante, el propio juez Martín Bava aclaró que había consultado de manera previa sobre este punto a la AFI y que le respondieron que solo Alberto Fernández tenía la facultad para hacerlo.
La noticia generó un fuerte revuelo mediático, en especial tras el largo tiempo en que Macri decidió postergar su asistencia ante la Justicia hasta ahora. En tanto, el pedido de la defensa del dirigente opositor generó varias discusiones sobre el papel de la AFI o del propio juez Bava por no haber requerido el relevamiento de manera previa.
“Pongamos un poco de claridad sobre lo que pasó con la declaración de Macri: El juez no puede saber qué es lo que va a declarar Macri. Ni puede presumir lo que va a declarar”, fue el comentario de Peñafort en las redes sociales, sobre este procedimiento.
En ese sentido, la mirada se ubica en que si Macri sabía que necesitaría del relevo para brindar información clasificada –para lo cual está en su legítimo derecho–, bien podría haberlo aclarado por escrito de manera previa. “El único que sabía que iba a necesitar ser relevado del secreto era el propio Macri. Y él podría haber pedido ser relevado del secreto, pero no lo hizo, sino que decidió usar la estrategia para postergar de nuevo la declaración”, agregó Peñafort.
En tanto, tras la aprobación del juez Bava para solicitar el relevo, el presidente Fernández emitió a contrarreloj el decreto simple –no DNU– para otorgar el relevamiento. Ahora resta aguardar que se concrete una nueva fecha para reanudar la indagatoria sobre el expresidente acusado de orquestar tareas de espionaje ilegal sobre familiares de los submarinistas del ARA San Juan.
“Peligroso recurso, porque ya admitió que en efecto hubo inteligencia sobre los hechos investigados: esto es espionaje sobre los familiares de las víctimas del ARA San Juan, porque si no simplemente niega las tareas de inteligencia”, señaló la abogada Peñafort.