Por Manón Protto Baglione
Este jueves por la tarde el Cinema Paradiso del centro platense fue el escenario de un contundente acto político, artístico y amoroso: en el marco del estreno de la película Yo nena, yo princesa, más de cien asistentes charlaron sobre la posibilidad de recrear los modos de criar, o de construir mundos más amables, justos y solidarios para les niñes trans.
Yo nena, yo princesa narra la historia de Luana, la primera niña trans que logró obtener un DNI acorde con su identidad de género autopercibida. Corría el año 2013 y su madre, Gabriela Mansilla, acompañaría el proceso junto a profesionales comprometidos con un enfoque de derechos, anotaría cada consulta, cada decisión, cada vericueto legal y cada estigma. Ese material se convertiría en un libro icónico, publicado por la UNGS, que lleva el mismo título que la película que ahora toda la sociedad platense puede disfrutar en el circuito comercial.
Antes de la proyección se desarrolló, bajo la coordinación de la Delegación del Inadi de La Plata, una instancia de reflexión y debate sobre el film. En el conversatorio, donde se compartieron experiencias y recorridos que permitieron y permiten la construcción de redes, participaron familias de las organizaciones Crianzas Disidentes, Dejar Ser e Infancias Trans, profesionales de la Universidad Nacional de La Plata, directives de Organismos Públicos y docentes de los distintos niveles educativos.
Según explicó la directora de la Delegación del Inadi de nuestra ciudad, Karina Vitaller, «el estreno de Yo nena, yo princesa es importante porque aporta a la visibilidad de lo trans, a la concientización y a la lucha contra cualquier tipo de discriminación y violencia hacia las identidades trans».
La funcionaria se mostró satisfecha con la actividad y contó que «el cierre de toda la jornada fue muy emotivo, ya que al finalizar la película todo el público aplaudió y celebró a las familias que todos los días luchan para que ningún derecho de las infancias trans sea vulnerado».
Por su parte, la candidata a concejala del Frente de Todos Ana Negrete, quien también participó del conversatorio, destacó «la posibilidad de poder mostrarle a muchas familias, que quizás están pasando por una situación parecida a la de Luana, o a personas que son del sistema educativo, de salud, o simplemente a todos y todas, que cuando escuchamos a las niñeces y cuando ponemos el corazón y la cabeza y el Estado al servicio de los deseos, la igualdad y los derechos, todos y todas crecemos y somos más libres».
Negrete, militante del movimiento de mujeres y de la diversidad sexual, explicó: «Que existan Luanas y que existan familias como la de Gabi habla de que ese desafío que tenemos como comunidad y como humanidad, que tiene que ver con revertir esa expectativa de vida de la comunidad trans de 35 años, se puede hacer efectivo. Sabemos, y la peli lo muestra, que cuando se articula la escucha y el amor con las organizaciones y el activismo y el Estado, podemos ser revolucionarios y revolucionarias».
Luego del conversatorio, todo el público reunido pudo presenciar la proyección de la película en una sala del Cinema Paradiso dispuesta para tal fin. Marcelo Harari, dueño del Cinema La Plata, apoyó la actividad y expresó su «orgullo de poder aportar desde este lugar a esta lucha».
