Fotos de prensa del Ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 5 de La Plata condenó este lunes a Ariel Osvaldo Báez por el feminicidio de Emma Córdoba y el ataque a su amiga, Ana Laura González, sobreviviente del hecho que celebró la medida. «Ahora puedo rehacer mi vida tranquila», manifestó.
Tal como había solicitado la querella y la fiscal Silvia Langone, Báez fue considerado culpable de los delitos de los que se lo acusó: privación ilegal de la libertad agravada, abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el empleo de arma, abuso sexual con acceso carnal agravado por el empleo de arma, tentativa de homicidio doblemente agravado, homicidio doblemente agravado con ensañamiento mediando violencia de género, hurto y tenencia de estupefacientes para la venta.
Los hechos se dieron en julio de 2017. Emma, estudiante de medicina en la Universidad Nacional de La Plata, se encontraba estudiando en su domicilio ubicado en Punta Lara junto con Ana Laura. Al abrir la puerta para dejar entrar a su mascota, Ariel Osvaldo Báez, su vecino, ingresó tras un forcejeo. El hombre las atacó, sometiéndolas a todo tipo de vejámenes, y con el objeto de borrar las pruebas intentó incendiar la casa. Emma falleció, pero Ana Laura sobrevivió y logró identificarlo.
«Ya está, hice todo lo que estuvo a mi alcance y logramos esta condena. Ahora puedo rehacer mi vida tranquila», dijo Ana Laura a Télam luego de escuchar la sentencia, y se lamentó por su amiga: «Nada nos devuelve a Emma».
Ana Laura, particular damnificada en la causa, fue clave en un juicio que reunió a más sesenta personas como testigos que pasaron ante el tribunal compuesto por Carmen Palacios Arias, Ezequiel Medrano y Andrés Vitali.
«Fue difícil y pesado declarar en el juicio, pero había que armarse de fuerzas para hacerlo y lograr lo que logramos hoy. Tuve mucho acompañamiento de mis seres queridos y la familia y amigos de Emma», contó.
«Cerramos con una resolución ejemplar, como es la de reclusión perpetua para Báez por el delito que cometió. La pruebas eran contundentes, era una causa donde debíamos transitar el debate, pero que pudo hacerse en tiempo y forma para que las víctimas, tanto la víctima fatal como la sobreviviente y sus familiares directos, llegaran a poder cerrar un círculo tan doloroso para ellos», sostuvo la fiscal Langone.
El fallo fue celebrado por la ministra de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia, Estela Díaz, que acompañó todo el juicio. «Cuando miramos la causa y vemos la condena, se respeta la perspectiva de género, una mirada en torno a las características particulares de este delito y de la crueldad exacerbada por el odio de género. En ese sentido es ejemplar» señaló. «Se cerró una etapa donde hubo justicia por el femicidio de Emma y el intento de femicidio de Anita. Tardó, podría haber sido mucho antes. La Justicia que tarda deja mucha revictimización en el camino, pero fue un fallo ejemplar, donde no se pudo eludir la violencia de género y tuvo la condena máxima».
La subsecretaria de Políticas contra las Violencias por Razones de Género, Flavia Delmas, recalcó que «es un fallo que nos habla de un nuevo momento en el Poder Judicial y de sentencias que empiezan a ser ejemplares con lo que ha acontecido estos últimos meses. Llegó el alivio de justicia para la causa de Emma Córdoba y Ana Laura».
